Arbeloa entró en la lista de Benítez para completar la convocatoria. Nadie esperaba que jugara el derbi, pero la lesión de Danilo le convierte en el primer recambio de los dos laterales. Sin embargo, Carvajal se dolió del tobillo en el minuto 41 y el salmantino tuvo que salir a dar la cara.
Antes de que entrara, los gritos de “cono” en la grada eran ensordecedores, mientras que en el sector merengue intentaban animarle como podían. Tocó su primer balón y se gustó con el nada más salir, mientras la grada la volvía a tomar con él.
Quería aparentar que estaba tranquilo, pero lo cierto es que estaba más nervioso por su falta de minutos que por los insultos. Llegó el descanso y salió a calentar porque antes de la sustitución no había podido. El Calderón se lo tomó a chiste y siguió con su intento de humillación.
Después, hizo una falta en el minuto 53 y el estadio rojiblanco enloqueció. Pedían la tarjeta entre más insultos, con una rabia que solo despierta Cristiano entre los aficionados colchoneros.
En el minuto 70 se dolió por una patada en la que el árbitro no vio falta y el Manzanares volvió a levantarse contra él como si estuviera fingiendo. Sin embargo, en la jugada en la que Arbeloa quedó en evidencia pocos atléticos se acordaron de él.
Jackson superó a Arbeloa en la banda izquierda en un lance en el que el lateral pudo reaccionar mucho antes. Notó la presión, el balón llegó al área y Vietto aprovechó la carambola. Tras esto, habrá que ver si Arbeloa juega mucho más en el año de contrato que le queda en el Real Madrid.