El Atlético se coloca en lo más alto de la clasificación de la Liga, junto al Fútbol Club Barcelona, gracias a una sufrida victoria en un partido en el que los colchoneros aprovecharon mucho mejor las ocasiones que su rival. El equipo de Valverde logró adelantarse en una jugada a balón parado, pero Saúl empató el encuentro en otro córner al filo del descanso e hizo que todos sus compañeros tuvieran más motivos para creer en la victoria en la segunda parte.
Este domingo, el Atlético no realizó un juego poético, pero metió la pierna como siempre y demostró que se hace grande cuando siente que luchar por el título, como ocurrió hace dos años, deja de ser una utopía. La comunión entre equipo y afición vuelve a estar al mismo nivel que en la temporada de su último gran éxito y eso es lo que hace a este equipo verdaderamente peligroso.
El equipo del Manzanares demuestra su condición de club grande en esos momentos, ya que no necesita jugar realmente bien para ganar algunos partidos, aunque su juego en partidos anteriores sí recordó al mejor mostró aquel grupo que tenía a Diego Costa y a Arda a la cabeza. Ahora falta un delantero centro que las clave frecuentemente, pero ahí está Griezmann que suple a la perfección la ausencia de olfato que están mostrando Vietto y Fernando Torres. Además, el balón parado, tras meses de ausencia, vuelve a ser una de las señas de identidad que hacen a este equipo temible. Asimismo, Oblak se vistió de Courtois y demostró que no está muy lejos del belga.
Simeone volvió a alinear al que en las últimas semanas se ha convertido en el once tipo del Atlético, con Vietto en la posición de delantero centro. Por su parte, el Athletic también apostó por los más habituales, con Raúl García en la mediapunta en su regreso al Calderón. Sin embargo, con dos equipos tan aguerridos como estos, el comienzo del partido tuvo un guion en el que claramente primó el choque por encima del espectáculo.
De hecho, solo los cabezazos de Aduriz rompieron la monotonía en la primera fase del partido, ya que ambos equipos solo eran capaces de llegar a las porterías a base de centros. Oblak detuvo sin muchos problemas el primer remate del delantero español de moda, pero en el segundo el gigantón casi sorprende al meta con un cabezazo picado, que el colchonero tuvo que enviar a córner.
En ese saque de esquina, Griezmann falló en su intento de despeje en el primer palo y el balón quedó muerto en el segundo para Laporte, que no desaprovechó la oportunidad. Con ese tanto, el Atlético se quedó muy tocado durante muchos minutos, mientras que los vascos se dedicaban a romper el ritmo del juego con muchísimas interrupciones.
Remontada con carácter
En cambio, al borde del descanso, los del 'Cholo' reaccionaron y consiguieron acercarse con peligro a la puerta de Gorka. Gabi empaló una buena volea desde la frontal y el cancerbero también mandó el balón al córner. Curiosamente, como ocurrió en el primer gol, el tanto de la igualada también llegó tras esa intervención del portero. En esta ocasión, Koke sacó el córner y Saúl se anticipó a todos en el primer palo, para asestar el golpe psicológico justo antes del pitido que señalaba el camino de los vestuarios.
Tras la reanudación, el Atlético entró con los ánimos por los cielos, pero volvió a ser el equipo visitante el que gozó de las dos primeras grandes oportunidades. Primero fue Bóveda el que se topó con Oblak en un centro-chut que el esloveno sacó de un ángulo muy difícil. Después, Aduriz también se encontró con el portero colchonero en un mano a mano en el que el ´13´ aguantó a la perfección con la rodilla en el suelo.
A partir de ese momento, el Atlético intentó recuperar el control, pero parecía que los nervios se apoderaban una y otra vez de los jugadores, que fallaban fases fáciles víctimas de su propia ansiedad. El público se enfurruñaba en esos minutos, pero entonces apareció el 'Cholo' en escena para meter a todos en el partido. No paró de alzar los brazos y de correr por la banda, hasta que todo el público se contagió se su espíritu.
Además, Griezmann cazó un balón que se quedó suelto a pocos metros de la frontal y lo colocó muy cerca de la base del poste de la portería de 'los leones', sin que Iraizoz pudiera hacer absolutamente nada para detenerlo. El francés enloqueció en la celebración y se fue directo a fundirse en un abrazo con su entrenador. Todavía quedaban muchos minutos por delante, pero el Atlético se las apañó para que no pasará nada en el resto del choque, aunque el Athletic no se rindió y metió balones al área sin parar. El final del encuentro sirvió como homenaje para Raúl García, que volvió a sentir el calor de la que fue su afición.
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak, Juanfran, Giménez, Godín, Filipe Luis, Gabi, Saúl, Koke, Carrasco (Correa, min.59), Griezmann (Savic, min.88), Vietto (Torres, min.62).
ATHLETIC CLUB: Iraizoz, Bóveda (Susaeta, min.71), Laporte, X.Etxeita, Balenziaga, Beñat, Iturraspe (Mikel Rico,min.60), Raúl García, De Marcos, Williams (Kike Sola, min.87), Aduriz.
Goles
0 – 1, min.27, Laporte.
1 – 1, min.45+, Saúl.
2 – 1, min.66, Griezmann.
Árbitro: Juan Martínez Munuera (C.Valenciano). Amonestó a Aduriz (min.73) y Gabi (min.84)