Bravo, un fenomenal portero (8). Fue un espectador durante casi todo el partido, pero al final demostró que es uno de los mejores del mundo en su puesto. Paró un buen remate de cabeza y tuvo una intervención tremenda ante un disparo lejano de Martínez en una mano de esas que aparecen en los cromos.
Alves, más que bien (6,5). Estuvo firme en defensa y subió mucho al ataque. Suyo fue el centro del primer gol.
Alba, correcto (5,5). Vio una tarjeta amarilla, pero no tuvo problemas en defensa y llegó varias veces a línea de fondo.
Piqué, serio (6). Cortó todos los balones que le llegaron y no se complicó la vida. Estuvo muy contundente.
Mascherano, jefecito en estado puro (6,5). Mandó y le echó muchísimas ganas. Salió con el balón en conducción cuando vio que sus compañeros no le ofrecían alternativas y rompió la presión del equipo rival de esta manera.
Busquets, en su sitio (7). Firmó un buen partido en líneas generales, pero marcó la diferencia con un pase brillante en la jugada del segundo tanto.
Rakitic, intrascendente (4,5). Vio una tarjeta amarilla porque llegó tarde a hacer la cobertura en una jugada en la banda derecha. Casi ni la tocó en todo el partido y eso empieza a convertirse en una peligrosa norma. Cuando no tiene la ocasión de disparar desde media distancia, se convierte en un futbolista más.
Iniesta, con menos protagonismo (6). Tocó mucho el balón al comienzo del partido, pero estuvo muy incómodo con la presión que planteó Gallardo. Con Messi y Neymar perdió presencia en el ataque.
Neymar, de menos a más (7). No apareció en la primera parte, pero en la segunda regateó a todo el que le salió a su paso. Se empeñó en marcar su gol, pero finalmente no lo logró. Asistió en el primer y en el tercer gol.
Messi, insustituible (9). Apareció cuando su equipo más lo necesitaba. Definió en una jugada embarullada con mucha precisión y marcó la diferencia cuando no había espacio.
Luis Suárez. Insaciable (7,5). Marcó dos goles y se llevó en Balón de Oro del torneo, pero también perdonó varias jugadas claras a lo largo del partido.
Luis Enrique, gran gestor de egos (7). Sacó a todos los titulares porque sabía que el partido era importante para ellos y la apuesta le salio bien. No se arrugó ante la presión que propuso Gallardo.
Sergi Roberto, minutos cómodos (5,5). Entró con el partido resuelto y tocó sin complicarse la vida, aunque tampoco tuvo mucha presencia en el partido.
Vermaelen, los minutos de la basura (-)
Mathieu, un minuto para proteger a Neymar (-).