Oblak, importante (6,5). El portero tuvo poco trabajo, pero apareció cuando más se le requería. Detuvo una gran volea de Cheryshev. Poco pudo hacer en el gol del ruso.
Juanfran, insistente (6,5). El lateral se sumó al ataque y atrás no tuvo despistes. Muy activo a lo largo de todo el partido.
Giménez, fortaleza aérea (7). El uruguayo es un portento. Cumplió la función de Godín y lideró la zaga-. Por arriba, un seguro. Asistió de cabeza a Torres en el segundo tanto.
Lucas, con ganas (6). Se notó que es el que más carece de experiencia, pero estuvo correcto. Frenó los escasos ataques valencianistas.
Filipe, ofensivo (7). El brasileño volvió a ser fundamental en ataque. Se incorporó de forma constante y puso en aprietos a Cancelo. Atrás, poca tarea.
Kranevitter, orden táctico (7). Simeone puede estar contento. El argentino se mostró bien con el balón, pero también sin él. Bien colocado, imposibilito la salida del Valencia.
Saúl, en todas (7). El mediocentro apareció de forma constante. Cada vez tiene más protagonismo. Todas las jugadas pasaban por sus botas. Mucha llegada al área rival.
Gabi, contundente (6). El capitán no brilló como en otras citas. Lo intentó con disparos lejanos y no tuvo errores, pero no fue el que más aportó.
Koke, precisión (6,5). De su saque de esquina nació el segundo gol. Fue el encargado de descongestionar al equipo con numerosos cambios de juego. Un toque exquisito.
Vietto, protagonista (7). El argentino tuvo mucha participación. Sólo una prodigiosa mano de Alves impidió su gol. Gran aliado de Griezmann en la parte ofensiva del equipo. Cada vez mejor.
Griezmann, el líder (9). Abrió el marcador con un buen gol tras hacer una gran presión sobre fuego. Se vistió de centrocampista para hacer funcionar al equipo. Apareció de forma constante. Imprescindible.
Simeone, acertado (8). Los cambios del técnico rojiblanco propiciaron la remontada. El planteamiento del argentino superó al de Neville. Otra batalla táctica ganada.
Torres, decisivo (8). En el sitio indicado en el momento justo. El español anotó el gol que puso por delante a los suyos. Pide un sitio para la temporada que viene.
Carrasco, eléctrico (8). El belga es un escándalo. Salió e impuso su frescura y rapidez con varios regates. Imparable, anotó el tercer gol. Pudo hacer más. Un revulsivo perfecto.
Óliver, sin tiempo (-). El canterano salió en el minuto 88 y no dispuso de minutos para demostrar su valía.