Las rachas hablan por sí solas. El Getafe afrontaba el duelo en el Camp Nou tras ocho jornadas sin conocer la derrota y el Barcelona en su mejor momento de la temporada. El estado de forma, se plasmó en el campo, donde el dominio local fue absoluto. Con una goleada de escándalo (6-0), que pudo ser aún mayor, el equipo de Luis Enrique suma 37 partidos sin conocer la derrota y doce triunfos consecutivos. Además, amplia a once puntos la distancia con el segundo clasificado, el Atlético de Madrid, que disputa su encuentro esta noche.
Dominio absoluto azulgrana
Desde los primeros compases se intuyó que iba a ser un monólogo del Barcelona. El equipo de Luis Enrique arrancó con profundidad y abrió mucho el campo con Aleix Vidal y Jordi Alba prácticamente de carrileros. El Getafe, atrás, parecía apostar por aguardar alguna opción de contra. Con Messi echado atrás para contribuir a la creación del juego, los azulgranas comenzaron a encontrar espacios con cierta facilidad. El equipo visitante fue un mero títere ante la rápida transición del Barcelona, que logró anotar en su primer acercamiento al área rival.
Messi, en el borde del área, metió un balón entre líneas para Alba. El lateral, que apuró la línea de fondo, puso un balón a media altura que Juan Rodríguez, de forma desafortunada, introdujo en su propia portería. Una desgracia para los pupilos de Fran Escribá, que dieron más holgura si cabe a su rival. Sólo dos minutos después Neymar, con un amago a escasos metros de la portería, provocó un penalti que además supuso la amarilla para Velázquez. Messi asumió la responsabilidad, y falló de nuevo, para evidenciar que los once metros es la única asignatura pendiente del equipo de Luis Enrique.
El error no mermó un ápice la moral del Barcelona, que mantuvo su asedio sobre la portería Guaita. Precisamente el guardameta evitó que el argentino acrecentara las distancias. Los azulgranas mantenían la posesión y el Getafe encontraba numerosos problemas a la hora de cerrarse, que le iban a costar una goleada de escándalo. En torno al minuto veinte, Iniesta asistió a Messi con un balón por arriba. El ‘10’, de primeras, disparó mal, pero su balón fue a topar en Munir, que atento anotó con un buen cabezazo.
El conjunto visitante, sin respuesta, no lograba superar el centro de campo ni a base de balones largos. Hasta Piqué se sumó al ataque, pero su disparo se estrelló en el larguero. Fue la antesala del tercer tanto, que llegó dos minutos después. Sergi Roberto robó el esférico en el centro del campo y conectó con Messi, que prolongó el balón para que Neymar hiciera el tercero. La sentencia no relajó a los blaugranas, que acrecentaron la herida del rival poco antes del descanso. Una buena jugada permitió a Messi recibir en la frontal. El argentino, con un zurdazo imparable, se desquitó de su fallo anterior. Con un Getafe apagado y un Barcelona excelso se alcanzó el descanso.
Goleada de escándalo
La única esperanza a la que podía aferrarse el equipo de Fran Escribá era a la piedad de su rival. Pero el Barsa quería prolongar la fiesta, y el arranque del segundo periodo fue incluso más temible que el primero. Arda, en el primer instante, falló de forma inesperada tras ganar la posición en el área. Minutos después llegó el quinto tanto. Messi, de nuevo disfrazado de asistente, colocó un balón raso para que Neymar, sólo, anotara cómodamente. Setién reaccionaba de forma inmediata con la entrada de Víctor Rodríguez y Moi Gómez.
Cuando aún restaba más de media hora para la conclusión llegó el sexto gol. Piqué tocó un centro de Neymar y la pelota acabó en el dominio de Arda, que de forma acrobática logró su segundo tanto con la elástica azulgrana. El promedio de goles y minutos hacía presagiar una victoria de escándalo, pero llegó ese bajón que tanto reclamaba en su interior el Getafe. Luis Enrique, aprovechaba para introducir a los menos habituales: Vermaelen y Bartra.
El conjunto visitante por fin pudo asomarse al campo rival. Moi Gómez, en el minuto setenta, propiciaba la primera parada de Bravo. El equipo de Luis Enrique decidió tocar veinte metros más atrás de donde lo hizo la gran parte del encuentro. Aún así dispuso de ocasiones para incrementar la brecha en el marcador. Pero la avaricia de Neymar por firmar su triplete cuando Munir estaba sólo en el segundo palo, impidió que el luminoso se moviera. El Getafe, por medio de Yoda, trató de caer con honores, pero Bravo respondió bien. Fueron los últimos coletazos de un triunfo que se escribió en los primeros minutos.