La crisis económica ha golpeado con dureza al fútbol español. No a los equipos ‘grandes’, ajenos a estos problemas, sino a los más modestos, que pelean de forma constante por su supervivencia. El último en anunciar la crítica situación que atraviesa ha sido el Recreativo de Huelva, el primer conjunto español que se formó, allá por 1889. Desde su página oficial en internet reclaman la presencia de los aficionados. El club ha puesto las entradas a un euro, con el objetivo de llenar el Nuevo Colombino en el próximo partido, que podría ser el último.
Una final de Copa
El Recreativo no pasará la historia por sus éxitos, ya que sus vitrinas lucen vacías. Pero su condición de Decano del fútbol español siempre le otorgó cierta fama y respeto, que han mantenido sobre el césped a lo largo de 126 años de historia. Gran parte de sus recuerdos están escritos en las categorías inferiores, aunque a comienzos del nuevo milenio logró dejar huella en la élite. En la campaña 2001-2002 el ‘Recre’ ascendió a Primera División por segunda vez en su historia. En el curso siguiente, no logró mantener la categoría, pero obtuvo un premio mayor: proclamarse subcampeón de la Copa del Rey. El Mallorca les apeó en la final, pero no por ello empequeñeció su hito.
En la temporada 2005-2006 se auparon por tercera ocasión a Primera, y al curso siguiente, por primera vez en su historia, esquivaron el descenso. En aquel equipo tuvo un gran peso Marcelino García, un técnico que ahora brilla con el Villareal y que incluso suena como futuro entrenador de la Selección Española. La situación parecía idílica para un equipo nada acostumbrado al triunfo, pero de forma fulgurante se ha revertido el escenario. La pasada campaña el club descendió a Segunda B, ya con manifiestos problemas económicos.
Pablo Comas, objetivo de críticas
El pasado verano, Benjamín Naranjo asumió la Presidencia del Recreativo y prometió que pagaría a la plantilla y a los empleados. No fue así, y en noviembre siete mil aficionados se movilizaron en los aledaños del Nuevo Colombino al grito de “Recreativo, solución”. Las protestas, en cambio, iban dirigidas al antiguo presidente, Pablo Comas, que se mantuvo como accionista del club, al que dejó en un profundo pozo: 14,5 millones de euros de deuda, embargado por Hacienda y Seguridad Social y con impagos a jugadores y empleados.
A comienzos de este año, Comas, administrador único de Gildoy (empresa que posee el 75% de las acciones del club) anunció su dimisión. Pese a que Ángel María Villar perdonó el aval al ‘Recre’ y no le condenó con un descenso administrativo como hizo con diferentes equipos, el club ahora navega sin rumbo. No hay presidente, ni solvencia económica. El comunicado en la web no augura nada bueno: “Queremos hacer público a todo el recreativismo la gravedad de la actual situación por la que atraviesa El Decano. Tras varios meses de abandono y por ende absoluta incertidumbre diaria respecto a la supervivencia de nuestro Recre, existe el claro convencimiento de que en cualquier momento la incapacidad de solventar cualquiera de los problemas que se presentan a diario acabará provocando que esta historia nacida hace 126 años desemboque en un final dramático para nuestro querido Decano”.
El último adiós
Un mensaje que ha dejado en vilo a los aficionados y que llega un día después de conocerse que Gildoy España S.L. rechazó la oferta de compra que la empresa onubense de telecomunicaciones, InfoTelwi S.L, presentó la semana anterior. La sociedad, con Felipe Cascajo al frente, argumentó que pagaría las mensualidades que se deben a plantilla y trabajadores, pero ni aún así convenció a los dirigentes. Este sábado, 19 de marzo, el club se mide al Granada B en el que podría ser su último partido. El club, con el objetivo de atraer a los aficionados, ha dejado las entradas a un solo euro. El encuentro ha pasado a un segundo plano y no suscita interés. Lo único que reclaman los aficionados es la supervivencia del Recreativo de Huelva, el club español más antiguo.