El Barcelona ha empatado en la visita más complicada que se le presentaba hasta el final de Liga. El conjunto de Luis Enrique se adelantó con los goles de Rakitic y Neymar, pero no pudo sostener a un notable Villareal. Bakambu y Mathieu (propia puerta) hicieron justicia en un excelso encuentro. Los azulgranas amplían a nueve puntos su ventaja sobre su el Atlético. El conjunto de Marcelino mantiene la cuarta plaza que da acceso a la previa de Champions, con seis puntos de brecha sobre el Sevilla.
Un inicio a la altura
Desde el primer instante se vislumbró que el encuentro no iba a defraudar. Los de Marcelino saltaron enchufados, con la idea de sorprender a un Barcelona algo dormido. Apenas habían transcurrido sesenta segundos cuando Trigueros cabeceó al palo, tras una bella jugada de Bakambu por la izquierda, en la que se deshizo con cierta facilidad de Piqué. El Villareal buscaba la posesión, pero siempre con transiciones rápidas y directas al área rival. En torno al minuto diez, Bakambu controló de forma acrobática en el área y obligó a Bravo a intervenir. Buenos minutos de los locales, que evidenciaron el por qué están en zona Champions.
Los pupilos de Luis Enrique espabilaron con el transcurso de los minutos. Con Busquets muy tapado, el centro del campo perdía algo de peso y los azulgranas se veían obligados a utilizar las bandas. Ambos conjuntos estaban bien plantados, pero un error de Bruno le pudo costar muy caro al Villareal. El mediocentro perdió un balón en la frontal, pero por fortuna para ellos Rakitic no estuvo acertado en su disparo. El Barcelona apretaba y Messi, desde la frontal, lo intentaba. Los dos equipos se alternaban el dominio pero el primero en golpear iba a ser el equipo visitante.
Gol de Rakitic y polémica servida
Con veinte minutos de partido un lanzamiento de falta iba a deshacer la igualada. Messi asistió a Suárez y Asenjo y un defensor del Villareal salieron para despejar el esférico. El central lo hizo antes y el esférico fue a parar a Rakitic, que sin guardameta no falló. El Villareal, lejos de bajar los brazos, se animó a buscar la igualada, en unos minutos que iban a suscitar mucha polémica. Denis Suárez buscó el uno contra uno y Piqué le arrebató el balón con la mano. El árbitro no lo vio y le perdonó la que hubiese sido la segunda tarjeta para el futbolista español.
Las continuas protestas del submarino amarillo acabaron con Marcelino expulsado. El partido, con un plus de tensión, quedó completamente abierto, con opciones para ambos equipos y sin un dueño claro. El Barcelona, más pendiente de las contras, sembró peligro con la verticalidad de los tres hombres de arriba. El Villareal, con un disparo de Trigueros y con un enchufado Bakambu, pudo igualar la contienda.
Sin embargo, al filo del descanso, otra jugada polémica benefició al Barcelona. En una contra de los azulgranas, Messi asistió de manera brillante a Neymar, que trató de regatear a Asenjo. El guardameta español metió el brazo y pese a rozar las piernas del brasileño, despejó de manera correcta el esférico. El árbitro indicó la pena máxima y amonestó al cancerbero. El brasileño, con el maleficio de los penaltis de su equipo en mente, tuvo la sangre fría de disparar a lo ‘panenka’ para hacer el segundo antes. Sin tiempo para mucho más, el árbitro indicó el final entre los pitos de El Madrigal.
Asedio del Villareal
El segundo periodo arrancó con un el equipo visitante muy incisivo. Con las líneas adelantadas, los locales jugaron su última carta con una buena presión. Bailly y Trigueros dieron los primeros avisos, poco antes de que Luis Enrique tomara dos extrañas decisiones. El técnico del Barcelona retocó la defensa con la entrada de Mathieu y Alves, en detrimento de Piqué y Arda. Ahí comenzó el auge de los hombres de Marcelino, que comenzaron a encontrar más espacios. Denis recibió entre líneas, disparó, y tras la intervención de Bravo Bakambu refrendó su buen partido con un gol.
El partido siguió en una línea ascendente, con un nivel casi sobresaliente. Pero el único equipo implicado era el Villareal, que parecía decidido a lograr el empate. Castillejo obligó a Bravo a estirarse con un disparo lejano y después, Soldado, con un buen cabezazo, estrelló el balón en el palo. El submarino rozaba el gol y lo encontró de la forma más inesperada. Un saque de esquina golpeó a Mathieu y se introdujo en la portería de Bravo, para ajusticiar el marcador. El Barcelona, poco antes, había rozado la sentencia con una acción individual de Neymar.
Últimos intentos
En los últimos minutos el esfuerzo realizado mermó a los futbolistas, sobre todo a los del Villareal, que cesaron el empuje ejercido en la segunda mitad. El Barcelona, ya libre de presión, comenzó a llegar al área rival. Rakitic, primero con un cabezazo y después con una volea cercana, pudo haber desecho el empate. Pero las últimas opciones fueron para el Villareal, que aprovechó la verticalidad y la frescura de Adrián. El delantero trató de desbordar a Bravo, pero el chileno, rápido, le sacó el balón. Una falta en el último suspiro permitió a El Madrigal entonar el “sí se puede”, pero Trigueros remató alto.