La prensa alemana decía que esta noche la estrella madridista iba a ser «K.O.naldo» antes del partido, pero el '7' ha hablado en el campo con tres goles que sirven para que el Real Madrid se clasifique para las semifinales de la Champions League. El hijo de Juanito no quería que se hablase de su padre en la previa del partido para no gafar a los futbolistas, pero lo cierto es que Cristiano este martes ha honrado el dorsal que lleva en la espalda.
Las remontadas de Amancio, Juanito y Raúl -con el clavo ardiendo- ya tienen una nueva entrega gracias a un futbolista que ya ha escrito su nombre en la historia del Real Madrid con letras doradas, por mucho que muchos se dediquen a cuestionarle continuamente. Esta noche los compañeros de Ronaldo estuvieron a su altura y con eso vale para ganar a cualquier rival que se ponga delante.
El Wolfsburgo fue el equipo débil que se presuponía y el Madrid tuvo opciones de marcar algunos goles más. La apuesta de Zidane por la cabeza fría fue todo un éxito porque el francés sabía que la épica la ponía el Bernabéu. Ramos también hizo un gran partido para reconciliarse con su público y una temporada de lo más convulsa puede acabar en un éxito incuestionable. Estos futbolistas tienen calidad de sobra para lograrlo, solo necesitan mantener los pies en el suelo y no morir de éxito.
El Bernabéu se engalanó como en las grandes citas. La música atronó en la megafonía antes del comienzo del partido y el público lució una gran comunión con los jugadores desde el calentamiento. En resumen, se vivió un ambiente de esos que ponen los pelos de punta a cualquier futbolero y Cristiano también sintió lo mismo. La estrella y Gareth Bale encendieron al público con sus gestos antes de empezar a jugar.
La idea de Zidane era que la llama empezara a encenderse a fuego lento, pero la bomba explotó rápidamente en las manos del Wolksburgo. Los alemanes, que habían dado a entender en la previa que el público no jugaba y eso de el miedo escénico en el siglo XXI solo es una tontería, sintieron pánico en el primer cuarto de hora.
Ramos estrelló un balón bombeado en el larguero tras un saque de esquina y el Wolfsburgo ni siquiera podía salir de su propia área, tal vez porque su mejor hombre, Julian Draxler, tenía problemas físicos y tuvo que abandonar el campo a la media hora de partido. No obstante, antes de que eso ocurriera, Cristiano ya había logrado un doblete fugaz
El primero fue posible gracias a una subida de Carvajal por la banda derecha. El pepinero llegó a centrar a base de coraje y Cristiano remató a placer con el pie en el segundo palo. Entonces el 'speaker' cantó tres veces el nombre de la estrella, en una especie de nota premonitoria, para que el público lo coreara y los jugadores de Hecking desearon que la tierra les tragara. Perdieron el balón al sacar de centro y, en el siguiente saque de esquina, Kroos lanzó un centro a la cabeza de CR7 y el delantero la puso muy lejos del alcance de Benaglio.
Un parón y la estocada final
En ese momento, los futbolistas solo podían oler sangre porque el Wolfsburgo estaba mareado en la lona, pero Zidane decidió que el trabajo ya estaba hecho y que era su rival el que se tenía que exponer. Desaprovechó la ocasión para resolver en esos minutos. De hecho, antes del descanso, el equipo verde tuvo dos ocasiones para meter un gol que les hubiese dado muchísimo aire.
Keylor sacó un trallazo de Luiz Gustavo desde lejísimos y Bruno Henrique se durmió en el área cuando tenía todo a favor para marcar y permitió que Ramos le sacase el balón. Benzema también lo intentó con un disparo lejano y tuvo otra ocasión en la que también se le hizo de noche con los amagos justo antes del intermedio.
Sin embargo, tras la reanudación el Madrid mostró aires renovados. Forzó varios saques de esquina en los primeros minutos y el Wolfsburgo se volvió a encerrar en su campo. Y por si le faltaba algo de emoción al partido llegó el gol fantasma. Ramos remató a placer en otro córner, pero envió el balón al palo. La pelota se paseó por la línea antes de que Benaglio la atrapase y ni siquiera en la televisión quedaba claro si había entrado al completo. El público cantó el gol, pero el colegiado no lo concedió.
En cambio, el tanto decisivo llegó diez minutos después gracias a una falta lanzada por Cristiano Ronaldo. Keylor se recorrió todo el campo para decirle algo al oído al portugués. El '7' disparó entre la barrera y Benaglio no pudo llegar a tapar antes de que el éxtasis se desatara en el Bernabéu. Con ese tanto, el Madrid volvió a mostrarse más conservador, pero el Wolfsburgo ni siquiera tuvo ánimos para dar un verdadero arreón.
De hecho, Benzema rozó el gol en una contra en la que se sacó un gran disparo cruzado, pero Benaglio respondió con una mano perfecta muy cerca del poste. Además, Jesé también la tuvo nada más salir tras recortar a su par, pero el portero volvió a parar el balón esta vez muy cerca del poste. El Madrid ni siquiera sufrió en los últimos minutos y el estadio se puso en pie con el pitido final al grito de “así gana el Madrid”, mientras que los futbolistas se daban un contenido baño de masas. Finalmente los protagonistas tuvieron que regresar al césped minutos después porque el público no quería irse del estadio sin darles el último aplauso.
REAL MADRID: Navas; Carvajal, Ramos, Pepe, Marcelo; Modric (Varane, min.91), Casemiro, Kroos; Bale, Benzema (Jesé, min.84) y Cristiano Ronaldo.
WOLFSBURGO: Benaglio; Vierinha, Naldo, Dante, Ricardo Rodríguez; Luiz Gustavo, Guilavogui (Dost, min.80); Draxler (Kruse, min.32), Arnold, Bruno Henrique (Caligiuri, min.73); y Schuerrle.
Goles
1-0, minuto 15. Cristiano Ronaldo.
2-0, minuto 17. Cristiano Ronaldo.
3-0, minuto 77. Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Cristiano Ronaldo (min.80), por el Real Madrid, y a Arnold (min.45), Luiz Gustavo (min.76), Dante (min.85), Vierinha (min.91), por el Wolfsburgo.