Alemania dejó sensaciones contradictorias en la fase de grupos, pero cuando llegó el momento de la verdad volvió a mostrarse como un tanque robusto y fiable. Draxler puso la calidad en una selección sin fisuras que ya está en cuartos de final y que puede ser la rival de España, si los de Del Bosque superan a Italia este lunes.
La primera eliminatoria directa de la Eurocopa fue coser y cantar para los de Löw, puesto que se adelantaron en el marcador en los primeros minutos gracias a una jugada a balón parado y a partir de ahí Eslovaquia se quedó sin ningún plan. Los de Kozak tuvieron que exponerse para buscar algo más, pero solo consiguieron dejar más huecos, puesto que no hicieron ni cosquillas a una zaga germana muy seria.
Müller volvió a ser un fantasma que vagó por el campo sin un rumbo fijo y casi no participó en el juego colectivo. Özil falló un penalti y Mario Gómez cumplió con su papel de delantero referencia, pero Draxler destacó por encima de todos ya que consiguió un tanto y dio una gran asistencia. El extremo desbordó siempre que se lo propuso y ya figura por derecho propio en la lista de los mejores jugadores del torneo.
Después de los experimentos en la fase de grupos, Löw decidió apostar por un ‘9’ de verdad para el primer encuentro decisivo. Mario Gómez y Kimmich fueron las dos principales novedades de los germanos con respecto a los primeros partidos y la apuesta del seleccionador no pudo ser más acertada. La campeona del mundo arrinconó a Eslovaquia desde el primer minuto y no tardó en encontrar su merecido premio.
Eslovaquia fue siempre contracorriente
Khedira obligó a Kozácik a enviar el balón a córner con un cabezazo en los primeros minutos y en ese saque de esquina Boateng abrió la lata. El central se quedó muy solo en la frontal y aprovechó el rechace de la defensa para conectar un disparo que entró en la portería gracias al toque de un defensa. Con esto, Eslovaquia se vio obligada a proponer algo más, pero no consiguió robarle el mando a los alemanes en ningún momento. De hecho, Skrtel cometió un penalti muy inocente con un empujón de Mario Gómez, aunque Özil no lo lanzó del todo bien y el guardameta pudo responder con una gran parada.
Pese a todo, la favorita siguió a lo suyo y no dejó de acumular llegadas, aunque todos sus disparos salieron desviados hasta que llegó la fase final del primer acto. En ese momento, Eslovaquia consiguió estirarse con algo más de criterio, Pekarík metió un gran centro al área, que remató bien Kucka, pero Neuer respondió con una mano perfecta. Sin embargo, en la siguiente jugada apareció el genio de Draxler que desbordó a su par de forma espectacular por la banda izquierda y cedió el tanto en bandeja a Mario Gómez. El delantero cuerpeó a las mil maravillas con el central y supo ganarse la posición para empujar el balón a la portería.
Con el 2-0 se llegó al descanso, pero tras la reanudación el panorama no cambió demasiado. Eslovaquia intentó atacar, pero no hizo daño en ningún momento a la potente defensa germana. De hecho, Draxler sentenció el encuentro con un voleón que entró por toda la escuadra. El balón quedó suelto en el área y el atacante del Wolfsburgo lo aprovechó para ponerle la guinda a un partido perfecto. Anteriormente, el extremo había deslumbrado con una jugada en la que hizo una doble ruleta, aunque finalmente cayó de maduro debido a la presión de los defensores. Los minutos posteriores ya no tuvieron más alicientes porque Eslovaquia se rindió por completo, aunque Alemania tuvo ocasiones para aumentar más la cuenta.
Felipe Poza