Tras concluir la final de la Champions, Diego Pablo Simeone abrió las puertas a una posible salida del Atlético de Madrid. Eran momentos duros para todo rojiblanco, y más para el técnico, que parecía verse incapaz de repetir la hazaña en competición europea por tercera ocasión. Ahí arrancó un periodo de reflexión para él, y también para Enrique Cerezo, que debía convencerle de que harían todo lo posible en verano para reforzar más la plantilla del equipo colchonero.
Y así ha sido. El primer gran fichaje del Atlético fue el de Griezzman, que cerró las puertas a una hipotética marcha. Después llegó Gaitán, un hombre destinado a asumir un rol importante en el equipo. Y ahora, de entre las contrataciones más importantes, se ha cerrado el acuerdo con el Sevilla por Kevin Gameiro, por el que los rojiblancos han abonado 32 millones más cuatro en variables. El delantero, pretendido también por el Barcelona, tendrá la compleja tarea de rendir como en el pasado lo hicieron Agüero, Forlán, Falcao o Diego Costa.
Simeone puede estar satisfecho: ha mantenido intacto el bloque que peleó el pasado curso por todas las competiciones, y lo ha hecho más fuerte con dos refuerzos que sin duda amplían una plantilla algo escasa la pasada campaña. El once será semejante al del pasado curso, pero Fernando Torres dejará de ser el ariete, al contrario de lo que se pudo vislumbrar en la segunda parte de la pasada temporada. Oblak, Juanfran, Godín, Giménez, Filipe Luis, Thiago, Koke, Saúl, Carrasco, Griezmann y Gameiro. Este podría ser el once tipo del Atlético con piezas claves en el banquillo.
El equipo colchonero se ha entendido a la perfección con el Sevilla. La cesión de Vietto por tres millones, y la opción de compra de 20 millones, fue un gesto que anticipó el fichaje de Gameiro. Las imágenes del delantero, en plena conversación con Monchi, siempre con la cabeza agachada, no hacían más que refrendar ese pensamiento. Sin embargo, tras jugar 90 minutos ante el Mainz surgieron las dudas. Pero todas esas incógnitas han sido disipadas en esta mañana del sábado.
Alberto Puente