“El Barcelona sin Messi es peor”, expresó Zinedine Zidane en rueda de prensa. Una lectura sencilla y obvia, pero a la par muy cierta. No fue el único que faltó ante el Sporting, pues Luis Enrique abogó por las rotaciones. Pero sí fue el argentino al que más se echó en falta en la primera media hora. Neymar trataba de desequilibrar, pero no poseía la soltura y capacidad del ‘diez’ para retrasar su posición y elaborar la jugada. Y es que el conjunto catalán no encontraba la fórmula de penetrar en el área rival.
Un Sporting superior
Sin chispa, sin velocidad en la transición, los pupilos de Abelardo no encontraban dificultades a la hora de defender. Es más, con el transcurso de los minutos los locales fueron quienes mandaron, pese a lo que podía preverse. Hasta un puñado de contras armaron, siempre con los mismos protagonistas. Burgui, uno de ellos, mostró su desparpajo en la izquierda y dio más de un susto a Sergi Roberto, de nuevo titular en el lateral diestro. Moi Gómez, en la otra banda, y Cop, adquirían también mucho peso en el duelo.
Sin embargo, en todas esas acciones verticales del Sporting, siempre falló el último pase. O el último tiro. Malas elecciones, lentitud en el último tramo, disparos desafortunados… la cuestión es que el Sporting no terminó de generar peligro sobre la portería de Ter Stegen. Y eso que el portero andaba del todo fino, después de provocar una peligrosa falta tras tocar el balón con las manos fuera del área. El Barcelona, chilena de Neymar al margen, tampoco había llegado con peligro, pero cuando lo hicieron sentenciaron.
En cinco minutos, y sin aparente complejidad, los azulgranas sellaron su triunfo, pese a la equidad que se vislumbraba sobre el césped. Llegada la media hora Arda observó el desmarque de Suárez entre líneas y le asistió. El uruguayo se deshizo de un Cuéllar con un solo toque, y después empujó el balón. Instantes después, Neymar metía un balón en profundidad para Gomes, que centraba desde la derecha para que Rafinha hiciera el segundo. Suficiente para decantar la balanza.
A partir de ahí el Barcelona bajó aún más los brazos, y cedió el protagonismo a un Sporting que se marchó al descanso sin saber por qué siquiera había llegado a poner en aprietos a Ter Stegen. Y es que llegadas hubo muchas, pero casi siempre sin finalizar la jugada.
Tras el descanso, el Barcelona se agarró a la comodidad del marcador y a la poca voracidad del Sporting. De ahí que los rojiblancos coparan el dominio del balón, en un duelo en el que cayó la intensidad. Las ocasiones siguieron sin predominar, por lo menos en los primeros quince minutos. Después Víctor Rodríguez, con una gran maniobra, obligó a intervenir al portero azulgrana con un fuerte disparo pegado al poste diestro.
El Barcelona castiga en exceso al Sporting
Un remate que refrendaba la fe de un equipo que lavó la pobre imagen ofrecida ante el último grande en el Calderón. Luis Enrique, consciente de que se trataba de un mero trámite, retiro a Busquets, que llegaba algo tocado, y a Luis Suárez, para dar entrada a Denis y Alcácer. Si había una mínima duda en torno a quién se alzaría con el triunfo, la expulsión de Alberto Lora, capitán del Sporting, la despejó. Sergi Roberto entró como un puñal por la derecha, le ganó en velocidad, y forzó la segunda cartulina del defensa.
No había vuelto a poner en aprietos a Cuéllar, pero el Barcelona hizo el tercero, un castigo excesivo para los de Abelardo. Roberto metió un buen centro por la derecha y Alcácer remató al travesaño. El balón quedó muerto y Neymar llegó para ampliar el marcador. Y aún faltaba más. Roberto, que después del partido de hoy se afianza más en el lateral diestro, metió un buen balón para que Arda anotara con un cabezazo de puro nueve. Poco antes del pitido final, un buen balón entre líneas de Denis permitió a Neymar anotar su sexto tanto el Liga y colocarse como pichichi.
Pudo lograr el tercero en su cuenta particular el brasileño, pero el poste se lo impidió. Tres puntos importantes del Barcelona, y castigo excesivo para un Sporting que dio la cara hasta la expulsión de Lora.
Alberto Puente