El Real Madrid superó con relativa comodidad al Leganés (3-0) y seguirá una semana más como líder de la Liga. De esta forma, el equipo blanco coge seis puntos de ventaja con respecto a su vecino, con lo que el derbi de la próxima jornada en el Calderón se convertirá en todo un ejercicio de supervivencia para los locales, puesto que si pierden la competición se les pondrá completamente cuesta arriba.
No obstante, el Real Madrid sigue sin dejar las mejores sensaciones, puesto que este domingo firmó una primera parte muy pobre ante un rival que solo se preocupó de mantener el orden en todo momento. Solo Gareth Bale fue capaz de romper la monotonía dentro de un ataque en el que Morata estuvo en la sombra y Cristiano volvió a mostrarse francamente desacertado.
En cambio, la verdadera buena noticia para el Real Madrid estuvo en la reaparición de Modric, que pudo jugar media hora cuando el partido estaba resuelto. Asimismo, los merengues dejaron su puerta a cero después de diez partidos oficiales en los que tuvieron que recoger algún balón de sus redes. Nacho volvió a demostrar que tiene nivel para jugar mucho más en este equipo.
Zidane volvió a jugar con Isco y con Kovacic como interiores, con Nacho y Morata para cubrir las bajas del equipo. Sin embargo, el equipo tampoco mostró con ellos la chispa que le faltó en los últimos encuentros y de hecho la primera parte se convirtió en un auténtico bodrio del que solo se salió en los últimos minutos debido al gran acierto de Gareth Bale.
Mateu fue muy protagonista
Cristiano se perdió en las protestas en cada jugada, mientras que el juego en el centro del campo era plano debido en gran parte a que la movilidad en ataque brillaba por su ausencia. Ante esta situación, Mateu Lahoz se convirtió en el protagonista debido a su capacidad de sacar amarillas en plan pistolero y el Bernabéu olvidó la cordialidad que tenía con este árbitro en la etapa de Mourinho para dedicarle varias pitadas sonoras.
Parecía que el Madrid no tenía recursos para meterle mano a la ordenada defensa del Leganés, pero con un buen pase de Isco al espacio sirvió para desmontar a los pepineros en los últimos minutos del primer acto. Bale corrió a por ese balón, se la llevó de rebote ante Serantes y definió a la carrera cuando el ángulo empezaba a desaparecer. Además, justo después el '11' hizo un tanto de oportunista al aprovechar un balón que se quedó muerto en el área tras una jugada a balón parado lanzada por Kroos.
En cambio, en la segunda parte, el Madrid se adueñó por completo del partido con dos llegadas muy peligrosas nada más reanudarse el encuentro. Primero Serantes paró en seco a Bale en un mano a mano y después el portero detuvo un cabezazo del Galés con otra buena estirada. A partir de ahí, el Madrid comenzó a conectar buenas jugadas y sometió a los visitantes, aunque no encontró el penúltimo pase.
El Leganés no tenía salida, pero en una de las pocas ocasiones que tuvo para armar la contra, Keylor Navas respondió con una enorme mano arriba, ante la potente definición de Szymanowski. Asimismo, Zidane no tardó en darle aire a su equipo para que Modric dispusiera de unos minutos de calidad antes del derbi de la próxima jornada, mientras que James también tuvo su oportunidad.
Morata disfrutó de más de una hora de partido, pero era incapaz de de deshacerse del marcaje agresivo de los centrales, hasta que Kroos le encontró dentro del área y el canterano fue capaz de desmontar a dos defensores con un solo movimiento y superar a Serantes con su definición.
Felipe Poza