Las aguas del Manzanares bajan revueltas en las últimas semanas. El equipo parecía invencible hace muy poco, pero dos derrotas consecutivas fuera de casa han dejado a los de Simeone en una situación crítica en la lucha por la Liga. Por eso, todos intentan buscar las causas de estos pinchazos lo antes posible para proponer soluciones.
Los jugadores saben que un pinchazo en el derbi madreleño les dejaría demasiado lejos del Real Madrid y su capitán, Gabi Fernández, es el primero que reconoce que la situación no es fácil. «Es un momento complicado, el equipo está acostumbrado a ganar, pero no estamos jugando lo bien que queremos y llevamos dos derrotas seguidas fuera de casa”, comentó tras recoger el premio Gredos 2016.
Así las cosas, el veterano de 33 años sabe que gran parte de su futuro en la competición doméstica pasa por lo que ocurra el próximo 19 de noviembre en el Calderón. «Es un partido vital para nosotros. Lo es porque no podemos alejarnos del Real Madrid, queremos ponernos junto a ellos, pero hay que mejorar si queremos ganar. Las derrotas son siempre negativas y más cuando hemos bajado un puesto en la tabla. Queremos ser los mejores y hay que mejorar».
Por otra parte, Gabi, que vive una segunda juventud en este inicio de temporada, se mostró decepcionado por su ausencia en la última lista de Lopetegui, ya que se acerca el momento de su retirada y todavía no ha debutado con ‘la Roja’. «Era un objetivo para mí, lo voy a tener difícil, pero voy a seguir como hasta ahora», declaró a ese respecto.
En cambio, sus palabras más polémicas las pronunció cuando le preguntaron por la aportación de su compañero en el doble pivote, al que indirectamente culpó de la pérdida de rigor defensivo del equipo.»Koke está jugando por el centro, lo está haciendo bien, pero quizá a la hora de defender somos más frágiles. Hay que volver a ser un equipo contundente atrás y trabajar todos para lo mismo», comentó el futbolista mucho más acostumbrado a compartir esa parcela del campo con otro tipo de jugadores.
En cualquier caso, la crítica no debería entenderse como una acusación exclusiva para Koke, puesto que de alguna manera cuestiona todo el planteamiento táctico en los últimos encuentros. Seguramente, todo el grupo tendría que estar más atento a la presión para solventar la apuesta por jugadores de un corte más ofensivo. Además, el equipo también concedió goles contra el Málaga, cuando Saúl ocupó esa posición.
Por otro lado, en el comienzo del curso el equipo empató frente al Leganés y frente al Alavés en partidos en los que Koke jugó más adelantado. El problema es que la apuesta por Carrasco, Griezmann y Gameiro resulta inevitable cuando los tres están a un nivel tan alto y así es muy difícil encajar el resto de las piezas. El asunto está en que Simeone debería barajar la opción de jugar con tres pivotes con diferentes funciones, como hacen el Real Madrid y el Barcelona, para aportar equilibrio y creatividad a partes iguales, aunque Griezmann, Carrasco y Gameiro siempre aporten mucho más en defensa que los cracks de los equipos anteriores. De esta forma, el 4-33- sería un 4-5-1 a la hora de defender, pero al Cholo no hay quién le saque del 4-4-2.
Felipe Poza