Todo lo que hace Cristiano Ronaldo se convierte en un gran negocio. El portugués sabe mejor que nadie que su repercusión es infinita y por eso la utiliza para hacer caja. Cobra unos 24.000 euros por cada tuit que publica y los encargados de administrar sus redes sociales son personas de su máxima confianza. De hecho, en los últimos meses es Marisa Mendes, la hija de su representante, la que se encarga de este menester.
Además, el jugador utiliza Instagram para publicitar varias marcas. Tiene su propia línea de ropa interior y por eso no pierde la oportunidad de lucir en paños menores cada dos por tres, aunque a veces sus poses resultan demasiado inverosímiles y le hace parecer ridículo a ojos de sus más críticos. Sin ir más lejos, esta misma semana se fotografía en calzoncillos, mientras que se acercaba a unas flores.
Asimismo, Cristiano también utiliza las redes sociales para dar publicidad a las principales marcas que le pagan. Muestra habitualmente sus botas y su ropa deportiva, pero lo que más llama la atención son sus apariciones con unas gafas de ver sin dioptrías porque la marca también le paga por llevarlas.
Por otra parte, también resulta habitual verle con la cara llena de todo tipo de cremas o en la peluquería. Se cuida y quiere que todo el mundo lo sepa, aunque a veces los tratamientos que utiliza le dejan con una apariencia extraña durante algunos minutos. Asimismo, también presume de su familia en las redes sociales y a lo largo de los tres años que lleva en Instagram todos sus fans han podido asistir al crecimiento de su hijo. Nunca borra las imágenes del pasado, por lo que su relación con Irina Shayk todavía sigue ‘viva’ en las redes.
En cambio, esa memoria histórica que tienen las redes también le juega una mala pasada cuando conserva las imágenes con su amigo Badr Hari, relacionado con varios problemas con la justicia en Marruecos. La imagen del púgil con Cristiano en brazos dio la vuelta al mundo y genero todo tipo de especulaciones.
Ver las abdominales de Cristiano Ronaldo ya no sorprende a nadie, puesto que los muestra en muchos partidos, sin ir más lejos en sus finales de Champions frente al Atlético de Madrid. Sin embargo, su pose en el vestuario tras su última victoria frente al Barcelona, tampoco dejó indiferente a nadie.
También disfruta mucho cuando enseña sus coches, pero su instantánea con su último Lamborghini fue muy criticada y dio para muchos memes, puesto la posición de sus brazos no resulta nada natural y parece más propia de un muñeco Ken que de una persona. Por último, no hace mucho Cristiano se echó en contra a todos los budistas del mundo al publicar una foto en la que pisaba el pie de una estatua de Buda.
Felipe Poza