Lionel Messi tiene contrato con el Fútbol Club Barcelona hasta el 30 de junio de 2018. Sin embargo, la directiva azulgrana expresa públicamente que el argentino continuará muchos años más con ellos, a pesar de que cuando se encontraba de vacaciones, en la segunda semana de julio de 2016, Messi tomó la decisión de no renovar su contrato con el club de su vida.
De hecho, según publica Marca, el ‘10’ ordenó a su padre y a otra persona de su confianza que trasladase esa decisión a Bartomeu. Messi estaba dolido tras la derrota en la Copa América y consideraba que su club no le había apoyado lo suficiente en sus problemas con Hacienda y en cierto modo veía que Neymar tenía un mayor respaldo.
Además, resulta extraño que ‘la Pulga’ no se haya firmado ninguna ampliación de contrato más desde que en 2014 acordó su séptima renovación, puesto que hasta ese momento pasaba todos los años por las oficinas del Camp Nou para obtener más dinero. La relación entre el club y el jugador se enfrió muchísimo, pero el presidente confía en que el jugador cambie de opinión, como ya ocurrió con su regreso a ‘la Albiceleste’.
Bartomeu espera reconducir la situación en enero
En cualquier caso, Bartomeu prefiere no echar las campanas al vuelo antes de tiempo y trata este tema con mucha cautela. «En dos meses iniciaremos las conversaciones con Messi para su renovación. No sé qué pasará en el futuro, pero por supuesto que siempre intentaremos explicarle que está en el mejor club del mundo, que este es el mejor sitio para él y que está teniendo la mejor experiencia de su vida con nosotros», declaró el presidente a The Telegraph el 1 de noviembre.
El club espera que Messi se quede durante muchos años más y están dispuesto a ofrecerle un sueldo mucho más alto que el que ya tiene Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. Quieren un compromiso de la mayor extensión posible y se ha especulado con que podría durar hasta que el futbolista tenga 35 años, aunque en las oficinas del Camp Nou también entienden que el rosarino quiera jugar unos años en Newell’s.
Pese a todo, también ofrecer al mejor jugador de los últimos tiempos que se vincule al club de forma vitalicia con un cargo institucional cuando cuelgue las botas. No obstante, al jugador tampoco le faltarán novias en Europa si decide marcharse y el Manchester City de Guardiola, junto con el PSG, es de los pocos equipos con opciones económicas para contratarle.
Pese a todo, si Messi decide abandonar el club lo hará sin dejar ni un euro en las arcas barcelonistas. Tiene una cláusula de rescisión de 250 millones de euros, que nadie puede pagar en estos momentos. En su enfado del pasado verano llegó a dejar caer la posibilidad de no cumplir ni siquiera su actual contrato, pero el club le dejó claro que no negociaría con ningún equipo su traspaso. Bartomeu no quiere pasar a la historia como el presidente que dejó marchar a Messi.
Felipe Poza