Messi viajó con todo el equipo del Barça a Catar para disputar un bolo millonario este martes. Justo un día después de que se conociera que el Balón de Oro de 2016 era para Cristiano, el futbolista tuvo que jugar durante un buen rato en un encuentro intranscendente en el que no tuvo buenas sensaciones. En los primeros diez minutos de ese encuentro, el argentino tuvo tiempo de asistir a Luis Suárez en el primer tanto del encuentro y de marcar otro gol.
Sin embargo, con el avance del partido volvió a sentir problemas estomacales. Se quedó un buen rato con las manos en las rodillas y se vio como sufría varias arcadas en el minuto 25. En cualquier caso, el problema no pasó a mayores, ya que el futbolista se fue a la banda a beber agua y empezó a sentirse mejor. No obstante, estaba previsto que solo jugara media hora y en el minuto 32 Luis Enrique le sustituyó como al resto de los miembros de la MSN.
Sin embargo, este no es el primer episodio de este tipo que sufre el jugador. De hecho, Messi tiene problemas recurrentes de este tipo desde hace más de dos años y parece que los médicos no consiguen atajar del todo esa dolencia. Se trata desde hace tiempo con un especialista en problemas digestivos, pero parece que ha asumido que de vez en cuando tendrá que encontrarse con este tipo de contratiempos.
En cambio, el futbolista está mucho más preocupado por el atragantamiento de sus recursos judiciales. De hecho, la Fiscalía del Supremo ha emitido un informe en el que solicita que el argentino cumpla la pena de 21 meses de cárcel que le impuso la Audiencia Nacional por el fraude fiscal de 4,1 millones de euros cometidos en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009, tal y como filtra La Razón.
Ningún derecho vulnerado
La Fiscalía pide que se rechacen todos los motivos alegados por el futbolista para sustentar su recurso. El Ministerio Público considera que la dignidad del jugador no quedó afectada de forma desproporciona, ni cree que se generara un descrédito por no respetarse el secreto de sumario. Asimismo, tampoco consideran que el delito cometido se pueda achacar solo a sus asesores ni que no se haya respetado la presunción de inocencia.
De hecho, los argumentos de la Fiscalía no pueden ser más rotundos. “El acusado Lionel Messi intervenía directamente en los contratos relativos a la explotación de sus derechos de imagen y era el administrador y socio único de la empresa que percibía los ingresos por ese concepto, dándose las circunstancias de que los ingresos se recibían a través de empresas interpuestas y que la sociedad perceptora se encontraba domiciliada en Uruguay, país con el que ninguna relación tenía el acusado».
Finalmente, el informe rechaza cualquier tipo de credibilidad en el discurso del ‘10’. «El acusado debe ser considerado responsable de los delitos fiscales por los que ha sido condenado porque no podía desconocer que debía declarar y pagar impuestos por las sumas que recibía de los numerosos contratos firmados sobre sus derechos de imagen y no existía ningún obstáculo para que conociera el cumplimiento de las obligaciones que le competían”.
Felipe Poza