La escasez de gol de Paco Alcácer ha generado cierta controversia en la afición culé. El ariete sólo ha anotado un gol en partido oficial (ante el Hércules) tras más de 650 minutos, y el Barcelona lo achaca a la falta de adaptación. Mientras, en el Málaga, Sandro Ramírez se ha convertido en una de las grandes sorpresas de la Liga Santander. Nueve tantos y una asistencia en dieciséis encuentros le avalan. La entidad azulgrana le dejó salir gratis en junio, para invertir 30 millones en el ex valencianista. Ahora la comparación resulta odiosa.
El pasado verano, el Barcelona apostó, y muy fuerte, por ampliar su plantilla a base de talonario. Mientras muchos canteranos partían resignados ante la falta de oportunidades, la entidad azulgrana desembolsó 120 millones en seis caras nuevas. Llegado el parón invernal, el balance de estos fichajes no es nada positivo. Sólo en el último duelo de Copa del Rey frente al Hércules (7-0) exhibieron el nivel que se les requiere.
El que más ha decepcionado ha sido Paco Alcácer, que ha necesitado más de 650 minutos para hacer su primer tanto. Y lo ha conseguido ante un Segunda B, y en posición antirreglamentaria. En Barcelona no han mostrado preocupación alguna por su falta de puntería, y lo han achacado todo a un problema de adaptación. Sin embargo, dos de los canteranos que este verano hicieron las maletas, anotaron sin problemas en sus primeros encuentros con el primer equipo cuando apenas gozaban de oportunidades.
La preocupación se agrava en el Barcelona, si se miran los números de uno de esos pupilos, que ya no lo es: Sandro. El delantero ha cuajado un primer tramo de temporada soberbio con el Málaga. Ha contribuido en diez goles (nueve tantos y una asistencia), en dieciséis envites disputados. A sus veintiún años, se ha convertido en el mejor futbolista del equipo andaluz, y en una de las grandes promesas de la Liga Santander. Y el Barcelona lo dejó salir a coste cero.
Hasta Munir ha demostrado más que Alcácer, y eso que el marroquí, nacionalizado español, tenía una tarea más complicada, en un equipo en crisis y sin aliados de un calibre notable. Aún así ha aportado cuatro tantos esta campaña, y parece cuestión de tiempo que se haga con la titularidad en el equipo de Prandelli. 30 millones invertidos en Alcácer, que no han dado nada de fruto, mientras que han abierto de par en par las puertas a canteranos cuyo nivel era mucho más elevado.
Alberto Puente