Keylor Navas no vende muchas camisetas porque procede de un país con tan solo cinco millones de habitantes. Sin embargo, el guardameta es todo un ídolo en Costa Rica y también ha conquistado el corazón de todos los aficionados al fútbol que acuden cada domingo al Santiago Bernabéu. La portería del Real Madrid era un polvorín por culpa de la situación que se había creado en los últimos años en torno a la figura de Iker Casillas, pero el tico logró aportar una serenidad admirable.
No formó parte del once ideal de la FIFA en el 2016, pero consiguió dejar su portería a cero en 22 de los 45 partidos que disputó la temporada pasada, en la que tan solo encajó 31 goles entre todas las competiciones. Su contribución fue decisiva para que el equipo se llevara la Champions y este curso ha empezado con el mismo pie, puesto que lleva ocho goles concedidos en diez partidos de Liga, aunque en la Champions el equipo se ha descuidado mucho más en ese aspecto.
Por todo eso, Keylor recibió este martes el Trofeo al mejor futbolista iberoamericano del año 2016, un galardón otorgado por la Agencia EFE. Sin embargo, ni en estos instantes de reconocimiento, el portero puede olvidarse de que el club estuvo a punto de venderle para fichar a De Gea y que solo un fallo con el fax le permitió continuar de blanco. “En momentos como este, me doy cuenta de que vale la pena luchar y sufrir”.
Por su parte, Florentino asegura que es “un orgullo” tener a Keylor en el club, pero lo cierto es que esas palabras no concuerdan con los actos que llevan a cabo en las oficinas de Concha Espina. De hecho, llama la atención que, en la ola de renovaciones que el club ha promovido en este inicio de temporada, el club no le haya dado un protagonismo mayor a su portero titular.
Siembre bajo la sobra de Courtois y De Gea
El presidente prometió hace dos veranos al portero y a su representante que mejoraría su salario, pero durante un año completo no hubo ningún tipo de conversación a ese respecto. Este verano, Ricardo Cabañas sí estuvo en las oficinas del Bernabéu, pero tal y como señalan algunos medios, el club se limitó a mejorar el sueldo del costarricense sin darle ninguna publicidad al acuerdo. Con esto, la directiva cometió una torpeza, ya que la inmensa mayoría de la afición ve con buenos ojos que se reconozca de esta manera a un portero que nunca rechista y siempre lo da todo.
Además, el contrato de Keylor Navas todavía termina en 2020, ya que el club desconfía de sus prestaciones debido a su edad. En cambio, Modric y Cristiano Ronaldo, un año más mayores que el guardameta, sí han visto como su compromiso se ha ampliado hasta 2021, cuando en realidad los porteros acusan menos el desgaste de los años que otros jugadores de forma habitual.
Asimismo, el Real Madrid no se quiere casar demasiado con Keylor porque todavía tiene en el horizonte a sus dos grandes obsesiones de los últimos años. De Gea todavía tiene una opción de salir del Manchester United a cambio de 50 millones de euros, si el Real Madrid hace una oferta por él durante el próximo mercado estival.
Por otra parte, el club también está muy pendiente del futuro de Courtois, que no está del todo contento con los cambios que ha introducido Conte en el Chelsea. El portero belga quiere volver a España a toda costa porque su novia está mucho más cómoda en casa y termina contrato en 2019, por lo que debido a su juventud es visto en Chamartín como el gran portero del futuro. Por último, Kiko Casilla convence al público como portero suplente, pero difícilmente aguantará la llegada de un portero con tanto peso que le cierre todavía más las puertas. El guardameta catalán también tiene 30 años.
Felipe Poza