La discreta actuación en esta primera mitad de temporada le ha concedido al Atlético de Madrid la oportunidad de evadirse, de pasar a un segundo plano y otorgar todo el favoritismo al Barcelona en el envite de este miércoles (21:00 horas). Esta condición la quiere aprovechar Simeone, para sorprender con su estilo más primitivo, basado en un orden táctico para salir airoso del primer choque. Su equipo siempre emerge en las citas claves ante los azulgranas, y las lesiones de Iniesta y Busquets acrecientan estas opciones
Lesiones claves
En los días previos al enfrentamiento frente al Betis, Luis Enrique alardeó de cómo se había revertido la situación. El Madrid se volvió vulnerable tras ver poner fin a su racha, y el Barcelona retomó sensaciones con goleadas que hicieron olvidar esa irregularidad que tan presente ha estado esta temporada. Sin embargo, ante el Betis, errores arbitrales al margen, el equipo azulgrana volvió a evidenciar que sin Iniesta al mando, la transición es mucho más compleja, y la MSN afronta mayores dificultades para marcar las diferencias.
Es el asunto de las lesiones el que más preocupa ahora mismo a Luis Enrique. Además de Iniesta, en la medular tampoco estará Busquets, un hombre que tras un mal inicio de campaña empezaba de nuevo a asumir galones. Mascherano asumirá la responsabilidad de cierre, acompañado por Denis y, probablemente, Rakitic. Un centro del campo reformado en un momento de aprieto, ante un rival rocoso como el Atlético de Madrid, que se aferra a la Copa como vía de escape al peor año de Simeone.
Un Atlético decisivo
Los números dejan en evidencia al conjunto rojiblanco, que desde la llegada del argentino al banquillo sólo ha ganado dos de las dieciocho veces que se han medido (seis empates). Sin embargo, bajo presión, el Atlético siempre se ha manejado mejor. Así lo reflejan esos dos triunfos, cosechados ambos en eliminatorias de Champions, y suficientes para tumbar al Barcelona. Y es que, en los últimos años, el equipo colchonero ha sido el ‘coco’ de los azulgranas en la competición continental. A esto hay que sumarle el empate en la última jornada que proclamó al Atlético campeón de Liga.
Argumentos más que suficientes para pensar que el Barcelona no pasará con facilidad por encima de los rojiblancos. En el conjunto de la capital todos son conscientes de la importancia del envite tras la discreta actuación (a seis puntos del Sevilla) en la competición doméstica. A ese factor sorpresivo se agarra Simeone, que podrá olvidarse del esférico para volver a su guion más primitivo, ese en el que el Atlético exhibe un orden táctico defensivo que imposibilita las acciones ofensivas del rival.
En los últimos enfrentamientos también se apreció, en según qué momentos, una fuerte presión del Atlético a la salida de balón del rival. Una fórmula por la que podría optar Simeone, que seguro planteará un envite fuerte en mitad de campo y con una elevada intensidad. Aunque la clave, eso sí, estará en la defensa. “Todo pasa por marcar gol allí”, ha expresado Luis Enrique. No se ha atrevido a hacer pronósticos Simeone, que se limita a defender a los suyos: “Siento un orgullo absoluto por estos futbolistas porque van a jugar la sexta semifinal en cinco años”.
Lo más positivo para el Atlético es que, a diferencia de otros años, parte con una importante condición de víctima. Sin embargo, Simeone confía en sus pupilos y en una reacción aislada en Copa, un esfuerzo necesario para cambiar el rumbo de la temporada. Una trampa a un Barcelona acomodado, que podría verse sorprendido por un Atlético similar al del último lustro, y muy diferente al vislumbrado esta campaña.
Alberto Puente