De altos vuelos porque solo mediante el juego aéreo fue capaz el Madrid de resolver su encuentro con el Villareal. Por arriba y con un penalti que solo los árbitros saben cuando deben pitarse o cuando no.
El Madrid resucitó de un juego inerme, superado por el centro del campo del Villareal hasta el 2-0.
El refresco de Isco y la efectividad de Morata le rescataron cuando ya se veía descabezado en la Liga. Sin fútbol durante una hora, tir de fe para resurgir y de sendos centros al área que Bale y Morata convirtieron en goles. En el minuto 56, el Madrid tenía un serio problema; en diecinueve minutos le dio la vuelta a la situación
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