Ya lo decía Gary Lineker, exfutbolista inglés que en el mundial del 90 vio como Alemania pasaba por encima de su selección, “el fútbol es un juego simple. 22 jugadores persiguen un balón 90 minutos y, al final, siempre ganan los alemanes”. Así ha ocurrido en la final de la Copa Confederaciones, donde Alemania se ha impuesto a Chile por 0-1, y así ocurrió apenas 48 horas antes en el Europeo Sub-21.
La Absoluta de los 24 años
Se le llama Absoluta porque es el primer equipo de la selección teutona, pero nada tiene que ver con el equipo que Joachim Löw llevó a la pasada Eurocopa de 2016. El entrenador se llevo a Rusia una plantilla plagada de jóvenes alemanes, dejando a sus estrellas en casa. No estuvieron ni Toni Kroos, ni Manuel Neuer, ni Mesut Özil, ni Sami Khedira, ni Thomas Müller, ni Mario Götze, entre otros.
Enfrente un equipo con una media de 29 años y dos Copas de América consecutivas (2015 y 2016). Tuvo el dominio del balón, pero fue Alemania la que continúa reinando en el fútbol.
Los niños se hicieron hombres
Chile salió a por todas desde el minuto uno. El dominio era de la Roja, que comenzaron a rematar a portería. Vidal y Alexis estaban en todos lados. Agobiaban a los alemanes, que nada podían hacer. Tan solo Ter Stegen, que sacó varias ocasiones, se hizo grande en la portería alemana.
Chile mandaba hasta que Marcelo Díaz se descuidó. El jugador del Celta de Vigo recordará el encuentro como el peor de su carrera. Ya lo dijo en una carta abierta en sus redes sociales “va a ser el peor error que cometa en mi vida futbolística”. Se durmió en la frontal del área. No sabía que detrás tenía a Werner. El punta del Leipzig aprovechó el error defensivo para dejar el balón a Stindl, que marcó el 0-1 definitivo de la final (min. 20).
Las ocasiones se sucedieron durante los minutos restantes de la primera parte, pero el gol no llegó. Los de Pizzi comenzaron a perder balones. Enfrente, Goretzka y Draxler se hicieron grandes. No pudieron ‘mojar’ pero demostraron que son dos futuras estrellas del continente europeo.
El VAR, protagonista
En los segundos cuarenta y cinco minutos Chile comenzó a ponerse nerviosa. Los minutos corrían y la selección chilena veía como sus aspiraciones comenzaban a desaparecen. Tal fue el caso que los enfrentamientos entre los jugadores de ambas selecciones sucedieron. A punto estuvieron de llegar a las manos. Incluso entró en escena, otra vez con fallos, el VAR. La agresión de Jara, que propinó un codazo a Werner, debió ser expulsión, pero ni los árbitros, ni el videoarbitraje, lo propiciaron.
Vargas, Vidal y Sagal lo intentaron, pero o la mala suerte o el gran Ter Stegen arruinaron sus ocasiones. El alemán evitó que Aránguiz pusiera el empate. Lo mismo hizo con Alexis Sánchez, después de que el jugador del Arsenal ajustara una falta al palo.
No fue el encuentro del ‘Niño Maravilla’ ni de Chile. Sí lo fue de Alemania, de Ter Stegen, Draxler…que brillaron para conseguir el segundo título en 48 horas de la selección de Löw.
El pasado vaticina que Alemania no ganará el Mundial
Con este nuevo título la selección alemana se convierte en el rival a batir durante el próximo Mundial de 2018 en Rusia. Sin embargo, la historia demuestra que ningún campeón ha podido ganar el mundial del año siguiente. Ya ocurrió con Brasil. ‘La Canarinha’, campeona en los años 2005, 2009 y 2013, no pudo consagrarse en los mundiales que seguían, quedando en cuartos de final y en un cuarto puesto durante el último mundial de 2014.
Marta Martín Gómez