Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, puede terminar su carrera como mandatario de la peor manera posible. Su detención de este martes, junto a la de su hijo Gorka, en el marco de la Operación ‘Soule’, puede poner fin a una época de casi tres décadas al frente de la Federación, un mandato que renovó hace 58 días por octava vez, tras anular cualquier opción opositora.
Hablar de escándalos en el fútbol español es hablar de Ángel María Villar. Con casi 30 años en su actual puesto, el ex jugador del Athletic Club de Bilbao llegaría a 1988 al frente de la Federación para sustituir a José Luis Roca. A partir de ese momento, los grandes éxitos de la Selección Absoluta y categorías inferiores se han visto envueltas en un sinfín de polémicas.
Su detención se ha visto centrada en las comisiones ilegales que padre e hijo habrían cobrado por la celebración de partidos amistosos de la Selección Española de Fútbol. Tras pactar los encuentros con los máximos mandatarios internacionales, las federaciones de aquellos países abonaban falsos servicios de asesoramiento a ambos, a través de empresas de Gorka Villar. Entre los partidos destacan el España-Corea del Sur del 1 de junio de 2016.
Desde 2010 paseándose por los juzgados
Fue en marzo de ese mismo año cuando el presidente de la RFEF era imputado por un delito de prevaricación, malversación de fondos públicos y apropiación indebida de 1,2 millones de euros de dinero público concedidos por el Consejo Superior de Deportes (CSD). Dicho dinero fue entregado para cuatro proyectos de fútbol internacional con el objetivo de reforzar la Candidatura Ibérica – formada por España y Portugal – de cara a la organización del Mundial 2018. Finalmente adjudicada a Rusia.
Dentro de esa partida destacó el ‘caso Haití’. El proyecto, con una partida de 219.000 euros, fue solicitado para construir unas escuelas para niños a petición del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tras el terremoto que devastó el país caribeño. Las escuelas nunca fueron construidas y Villar acabó siendo imputado tras una denuncia de Miguel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores (CENAFE) y candidato en las últimas elecciones al puesto de presidente de la Federación. Tras la indebida justificación del dinero público, Villar acabó devolviendo, a principio de este año, la subvención de 1,2 millones de euros, a lo que se sumaron 300.000 euros más de intereses.
También son conocidos los famosos casos de Recreativo y el Marino de Tenerife. De nuevo Miguel Ángel Galán salió a escena para interponer una querella contra Villar por las subvenciones irregulares a ambos equipos. Gracias a la actuación irregular y fraudulenta de la RFEF, el Real Club Recreativo de Huelva pudo conservar su categoría en Segunda División B. Del mismo modo el Marino de Tenerife saldo su deuda para participar en la misma categoría gracias a los pagos de la Federación. Algo totalmente prohibido.
Otro episodio gris, aunque menos conocido, fue cuando retrasó las elecciones de la Federación del pasado año para preparar su candidatura a presidente de la UEFA. No encontró apoyos suficientes para suplir a Michel Platini, teniendo que cancelar su candidatura.
Más líos en las cuentas de la Federación
Durante los años 2002-2014 el ‘caso Federación’ fue una de las grandes polémicas por las que paso Villar. La Audiencia Provincial de Madrid imputó a Villar, Juan Padrón, José María Castillón, Antonio Borrás y Juan Espino. Las cuentas de la RFEF durante esos años fueron un refugio para la corrupción, con unos gastos que nunca se supieron donde fueron.
La Federación se gastó 24 millones de euros en una escuela de fútbol en Arabia Saudí que nunca acabó por realizarse. Además, los directivos cargaban sus viajes privados a las cuentas de la Federación. El caso acabó siendo archivado tras la designación de Javier Tebas como presidente de la Liga de Fútbol Profesional.
Los genes influyen
Además de Villar, su hijo Gorka, abogado especializado en derecho deportivo, también ha sufrido varios escándalos que le han sacado de su anonimato. Uno de ellos tiene que ver con Sportsadviser SL., empresa de la que es propietario y con la que facturó en el año 2012 un total de 918.617 euros y, en 2013, 795.792 euros.
El otro de los escándalos tiene que ver con el fútbol uruguayo. Director general de la CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Fútbol) entre 2014 y 2016, fue acusado por la Fiscalía de Uruguay por extorsionar a ocho clubes – entre ellos el Montevideo – para que retiraran una denuncia contra el organismo. Los clubes acusaron a la organización de vender a la baja los derechos televisivos de los torneos suramericanos internacionales.
Todo se queda en casa. Ahora, Villar e hijo están imputados y han sido detenidos por la Guardia Civil. Veremos que les depara el futuro, y si Villar vuelve a ser el chico malo que ha sido durante los últimos 30 años del fútbol español, y continua haciendo de las suyas.
Marta Martín Gómez