La ya confirmada venta de Neymar al París Saint-Germain por 222 millones de euros, el precio correspondiente a su cláusula de rescisión, anticipa un vaivén de millones en el mercado. El primero en mover ficha será el Barcelona, que incrédulo ante la marcha del brasileño aún carece de recambio. Mientras Coutinho, Dembelé e incluso Mbappé figuran en su lista de armas ofensivas, Ernesto Valverde prefiere apuntillar antes la zaga, una zona que no obstante había sido cubierta el pasado curso con Umtiti, uno de los pocos fichajes que respondió.
El nuevo técnico azulgrana, sin embargo, quiere reforzar ese área, donde Mascherano cada vez se presenta más vulnerable. El jugador escogido es Íñigo Mártinez, que ha sonado para el Barcelona durante los últimos años: desde que era una promesa, hasta que se ha confirmado como un central notable en la Liga Española.
El futbolista de la Real Sociedad tiene 26 años y una cláusula de rescisión de 32 millones. Alta para tratarse de un central, pero baja en función de un mercado que se ha vuelto loco desde hace un par de veranos. Con los bolsillos llenos, quieren asegurar la línea defensiva antes de lanzarse a la conquista de un crack. Según publica el diario Sport, el jugador español ya ha dado el visto bueno al Barcelona, por lo que en cuestión de horas el fichaje podría oficializarse.
Esto supone un frenazo en seco a Marlon, que tras realizar la pretemporada con el equipo parecía haber satisfecho las exigencias de Valverde. El joven central brasileño, que ha cumplido de sobra en el filial y que la temporada pasada ya se dejó ver con el primer equipo, tiene que pensar ahora en cambiar de rumbo para seguir su proyección. Con cuatro hombres por delante de él, sus minutos están más que en entredicho. La opción preferida para el Barcelona es cederlo a un equipo español de Primera División. En la carrera por el jugador están Betis y Leganés.
No resulta ninguna sorpresa que el Barcelona fiche sin mirar hacia la cantera. El propio Xavi se lo recriminaba al club haces escasas semanas. Las épocas cambian y tras el asentamiento de Busquets ningún otro ha logrado permanecer en la primera plantilla. Cuenca y Tello, prometedores extremos, no aportaban el nivel suficiente. Otros como Thiago Alcántara salieron por un puñado de millones y dejaron un vacío aún por rellenar. El último caso es el de los delanteros, Sandro y Munir, que dejaron su sitio a un Alcácer que todavía tiene que demostrar el desembolso que supuso. Marlon solo es el último de una larga lista.
Alberto Puente