El Atlético de Madrid se ha impuesto este domingo por un solo gol al Celta en un mal partido para los colchoneros. Lo que parecía que iba a acabar o bien con la victoria de los gallegos o bien con el empate. Sin embargo, Gameiro volvió a salvar al Atleti. Otra vez.
El partido comenzó como acabó: con un Atleti perdido, inseguro, defendiendo continuamente, con paradas de Oblak y lejos, muy lejos, de la portería del Celta. Ya en el minuto 20 las ocasiones escaseaban y, por si fuera poco, hasta entonces nadie había rematado ni terminado jugada alguna.
Sin embargo, a pesar de que el encuentro fue lento, no tardó mucho en llegar el primer y único tanto de la tarde con un gol de Gameiro. El francés con paso de Griezmann consiguió meter el balón en la portería de Sergio Gómez. Primera jugada terminada que acaba un gol después de un córner que dejó el balón muerto en el aire.
El gol de Gameiro pareció resucitar a los colchoneros en este minuto 25 del encuentros y todo el mundo pensaba que el Atleti, finalmente, había entrado de lleno en el partido. El único deber a partir de ese momento: defender con uñas y dientes ese primer gol. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
En lugar de ser el Atlético de Madrid el que se animó con el tanto marcado por el francés, fue el Celta de Vigo. Los jugadores gallegos se instalaron en su área tras el gol y ningún rojiblanco consiguió sacar el balón de la zona de peligro. Mientras tanto, Savic trataba de hacer otro Thomas (balón regalado) y Griezmann debía ser quien lo sacara de allí, la zona roja.
El Atlético de Madrid se dejó dominar por el Celta durante todo el encuentro restante y, en varias ocasiones, los seguidores colchoneros que se encontraban en Balaidós vieron peligrar ese único gol. Los minutos se alargaban y los madrileños continuaban encerrados en el área hasta que, finalmente, el árbitro pitó el final del partido. Los de Simeone respiraron.
Redacción