El Atlético de Madrid ha vuelto a vencer al Betis (0-1) en un partido en el que el un gol madrugador de Saúl terminó sentenciando todo el encuentro. Sin embargo, la sorpresa durante las dos horas ha sido cómo el conjunto de Setién no ha conseguido marcar ni un solo tanto cuando contaban con el 75% de la posesión. Un partido que, sin duda, ahonda en los problemas del Betis que no consigue arrancar esta temporada.
Antes y después del gol, los del Cholo las pasaron canutas. El Betis quiso aprovechar esto para apretar durante todo el encuentro, sin embargo, los sevillanos estuvieron espesos y fueron incapaces de superar una muralla rojiblanca que al final contó hasta con seis zagueros, cuatro centrales y dos laterales. Lo intentó pero no convirtieron ni una los de Setién, cuestionados ahora una pizca más y e inmersos en una crisis de resultados que puede costarle el cargo al técnico cántabro.
Los rojiblancos se adelantaron a los 30 minutos con un tanto de Saúl Ñíguez, al remachar un centro pasado desde la derecha del croata Sime Vrsaljko, casi en su única ocasión clara en todo el encuentro. Los béticos dominaron en el primer tiempo, pero no pudieron con la firmeza defensiva del Atlético, que tampoco pasó excesivos apuros.
En la segunda parte, el partido continuó en sus trece. El Betis siguió apretando y rozó el empate en un derechazo de Tello al filo de la hora de juego, pero Oblak, con una espectacular intervención, salvó el gol para un Atlético que, que había optado por un sistema muy defensivo.
No ha sido uno de los partidos más aclamados por el Atlético de Madrid pero sí de esos efectivos. Los del Cholo hicieron vivir en estado continuo de nervios a sus seguidores, algo a lo que éstos ya están acostumbrados. Aun así, gracias a este encuentro y a la determinación de sus jugadores, los colchoneros continúan optando al título de La Liga.
A. Morea