Inglaterra es la excepción en una Europa que priva de fútbol a los aficionados en los días posteriores a la navidad. La Premier ha instaurado una tradición con el ‘Boxing Day’, que quizás en unos años arrastren el resto de países. De momento, en España, como en las otras Ligas, el fútbol desaparece por navidad y las fechas se cuadran para que el día 24 los jugadores disfruten junto a los suyos. La Liga Santander, con la Nochebuena en domingo, apostó por una jornada entre semana tal y como cabía esperar. Sin embargo, el poder del marketing ha dado un guión inesperado.
Las jornadas de martes a jueves (extensible al viernes) se celebran para recuperar el tiempo perdido con los compromisos internacionales o en casos excepcionales, como lo es este 2017, donde las festividades han llevado a que la decimoséptima fecha del calendario también arranque el martes. La excepción es que, en lugar de acabar en viernes, se ha hecho extensible hasta el sábado, algo inédito en la reciente historia de LaLiga. El motivo resulta evidente: El Clásico. El duelo entre Real Madrid y Barcelona ha conseguido romper todos los esquemas.
En los últimos nueve años nunca se había disputado un encuentro tan cercano a la Navidad. Los años que más se retrasaron los partidos fueron en 2012 y 2013, ambos celebrados el 22 de diciembre, y con el Real Madrid involucrado. Para encontrar otro duelo disputado un 23 de diciembre hay que remontarse a exactamente hace una década, en 2007. Curiosamente ahí también se vieron las caras los dos equipos españoles más representativos, con un tanto de Baptista que dio el triunfo final al conjunto blanco. Sin embargo, en aquella ocasión, la jornada íntegra se celebró en fin de semana, no se arrastró desde un martes, como en esta ocasión.
Es un hecho histórico, en el que se ha juntado el marketing, la Navidad, y el Clásico. Para la Liga, la combinación ha sido una bendición, ya que con la excusa han podido fijar el encuentro a las 13:00 horas. Un horario que permitirá que las audiencias estén al alza, pues serán las 20:00 horas en China, donde yace una gran afición por el fútbol Europeo. Las oficinas del Real Madrid se han visto desbordadas con la concesión de acreditaciones hasta decir basta. La zona de prensa del Bernabéu estará a rebosar.
Cientos de medios de comunicación cubrirán un partido en el que Real Madrid y Barcelona medirán sus fuerzas después de los dos envites de agosto, en los que el conjunto blanco logró el triunfo para apuntarse la Supercopa de España. La situación ha cambiado, y ahora son los de Valverde los que manejan los tempos. El conjunto azulgrana no conoce la derrota en lo que va de temporada, ni en Liga ni por el continente. Tiene once puntos de renta sobre el equipo de Chamartín, que, eso sí, tiene un partido menos a causa del Mundialito de Clubes. Sea como fuere, ya lo ha advertido Ramos: “Tenemos más necesidad que nunca de ganar el Clásico”. La atracción no se pierde, y un Clásico puede con todo. Hasta con la historia de LaLiga.
Alberto Puente