El gran día para el aficionado rojiblanco ha llegado. La esperada cita de la final de la Europa League entre el Atlético de Madrid y el Olympique de Marsella ya está aquí y llega cargada de máxima emoción y adrenalina por los apasionantes noventa minutos que ofrecerán los jugadores de ambos conjuntos. Sin embargo, entre tanta alegría e ilusión, se encuentra un actor que no debe tener cabida en un deporte tan maravilloso como el fútbol: el miedo.
11.500 seguidores del OM y otros 9.500 del Atlético estarán presentes en Lyon para disfrutar de la gran final, a los que hay que añadir los casi 3.000 ultras del conjunto francés que viajarán sin entrada. En este contexto y teniendo en cuenta el violento historial de los radicales del equipo marsellés, la policía francesa se ha puesto manos a la obra y 1.250 efectivos (gendarmes y policías nacionales) velarán por la seguridad tanto en las calles de Lyon como en el propio estadio.
El OM y el Olympique de Lyon, dos de los equipos más destacados de la Ligue 1, arrastran una gran rivalidad deportiva desde hace décadas a la que se ha unido la hostilidad y la violencia. Los ultras del Marsella amenazaron al presidente del OL, Jean-Michel Aulas, con hacer añicos su estadio mediante un mensaje más que aterrador que han proferido en los últimos meses en cada encuentro que ha disputado el Marsella: »Aulas, vamos a destrozar tu casa».
En la Ligue 1, el Olympique de Lyon ocupa la cuarta plaza (da acceso a disputar la previa de la Champions) con 75 puntos; mientras que el OM es quinto con 74 (jugaría la próxima edición de la Europa League). Tan solo resta una jornada para la conclusión del campeonato y el OL tiene en sus manos lograr el billete para la siguiente edición de la máxima competición continental. A pesar de que la seguridad para la gran final es máxima, esto puede desatar aún más la furia de los radicales del Marsella, quienes están dispuestos a hacer de una gran fiesta un auténtico infierno.
D.B.