Amir Nasr-Azadani fue noticia hace solo unas semanas tras haber sido condenado por defender los derechos de las mujeres en Irán. El futbolista está acusado de rebelión armada por estar relacionado con el asesinato de tres policías durante las protestas que tuvieron lugar en la ciudad de Isfahan. Sin embargo, su familia lo ha desmentido y afirma que simplemente participó en las protestas por el asesinato de Mahsa Amini hace unos meses.
Lo único que se sabe es que Amir podría estar condenado a pena de muerte, la condena que Irán está imponiendo a personas que acuden a manifestaciones o realizan protestas públicas. Justo la noticia se hizo oficial unos días antes de que terminara el Mundial de Catar, por lo que muchas personalidades públicas pidieron a la FIFA que interviniera. Muchos famosos han alzado sus voces para pedir justicia, pero lo cierto es que no hay noticias sobre el futbolista.
El último en hacer declaraciones públicas ha sido Sebastian Strandvall, un exjugador finlandés que compartió equipo con él cuando ambos militaban en el Rah Ahan durante 2015 y 2016. Ambos mantenían una férrea amistad y aunque se han alejado por la distancia y el paso del tiempo, Strandvall asegura que está realmente preocupado por él.
«Por supuesto, estoy muy asustado porque Irán ya ha matado a algunas personas por protestar. Estoy realmente asustado por mi amigo y aunque no tengamos esa relación estrecha de antes, sigue siendo mi antiguo compañero», ha afirmado en una entrevista con Cadena Ser.
«Hay que recordar que es un chico normal, igual que cada uno de nosotros. Suena muy extraño que algo así le pueda suceder a alguien como él, también siento que él habría hecho lo mismo por mí en una situación parecida. Sé que tipo de persona es y él me ayudaría si yo estuviera en problemas», ha añadido.
En los últimos días, Sebastian ha intentado ponerse en contacto con él, aunque sin éxito. Le ha enviado varios mensajes y ha intentado hablar con su familia, aunque tampoco lo ha conseguido. Ahora, está intentando hablar con varios excompañeros iranís.
«Lo he intentado enviándole mensajes en Instagram, pero supongo que no tiene acceso a su teléfono al estar en prisión. También he intentado contactar con su familia, pero tampoco lo he conseguido, por lo que estoy intentando hablar con mis antiguos compañeros de Irán, el excapitán del equipo, pero sigo sin conseguir contactar con alguien cercano a Amir. Lo seguiré intentando, para conseguir más información sobre él y hacerlo lo mejor posible», ha apuntado.
Strandvall quiere intentar ayudar a su amigo a toda costa. En un caso así, la difusión es muy importante para que su historia pueda llegar a alguna persona con cierta autoridad. Por eso, ha intentado que la FIFA sea consciente de lo que le puede ocurrir, aunque de momento no lo ha conseguido. Quien sí le escuchó y se manifestó al respecto fue la FIFPro —Federación de Futbolistas Profesionales—.
«Me sentí muy impactado. Mi instinto más inmediato fue ayudar e intenté hacer algo en redes sociales. Después de denunciarlo, quería que mis seguidores fuesen la voz de Amir y después el director de la Unión de Jugadores Finlandeses me llamó y estuvimos hablar sobre qué hacer. Contactamos con FIFPro y ellos sacaron varios comunicados a través de diversos canales. Después de eso, el mundo del fútbol se convirtió en una gran comunidad para darle apoyo a Amir», ha señalado.
«Mi tweet fue compartido por muchos seguidores, fue visto por cientos de miles de personas, jugadores como Radamel Falcao o Luis Suárez hicieron que creciera mucho más. Pero lo que comprendí es que este tipo de acciones, a un ser humano que sufre una sentencia así, si intentas mantener su voz, ser su voz, tiene efectos positivos en los demás«, ha añadido para finalizar.