El nombre de Amir Nasr-Azadani sonó con fuerza hace poco menos de un mes cuando durante el Mundial de Catar 2022 se supo que había sido condenado a muerte. El iraní apoyó las reivindicaciones y manifestaciones que se organizaron en su país para defender los derechos de las mujeres tras el asesinato de Mahsa Amini.
Muchos otros manifestantes fueron condenados a pena de muerte e incluso algunos fueron ejecutados en público. Se temía el mismo castigo para Azadani, pero finalmente ha conseguido evitar la ejecución. Eso sí, Irán le ha impuesto una condena de 26 años de cárcel.
La familia del joven futbolista denunció en todo momento que el juicio no iba a ser justo y que se celebraría sin las garantías pertinentes. Además, decenas de personalidades famosas, de sectores muy diferentes, han alzado la voz para pedir justicia por Amir.
Algunos activistas iraníes han denunciado que no hay transparencia en los juicios, ya que se están celebrando a puerta cerrada, con confesiones obligadas, bajo tortura, y sin presencia de abogados en muchos casos.
Y dentro de la condena, se podría decir que Azadani ha tenido «suerte». El pasado lunes, la Justicia Iraní condenó a muerte a tres personas por hechos similares a los que se le imputan al futbolista. Según ha confirmado la cadena Irán Internacional, a Azadani se el imputa el delito de pertenecer a un grupo ilegal, de incurrir en delitos contra el orden público, de reunirse y conspirar para comprometer la seguridad del país, así como de cometer el ‘moharebé’, un «delito contra Dios».