Miguel Ángel Gil Marín, Consejero Delegado del Atlético de Madrid, publicó ayer por la noche una carta en la que daba su opinión sobre el derbi de Copa del Rey que había enfrentado a los rojiblancos y al Real Madrid la noche anterior. Aprovechó su espacio en el comunicado que se publicó en la página web del club para criticar las decisiones arbitrales e incluso va un paso más allá al afirmar que hay una campaña que siempre favorece al Madrid.
«Tengo un respeto máximo por el colectivo arbitral y estoy convencido de que su intención es siempre la mejor, pero cualquiera que lo observe desde fuera puede ver que desde hace décadas casi siempre ocurre lo mismo. Por desgracia ya no sorprende a nadie, no es noticia. Es algo muy evidente y sólo hay que recordar la historia», comenzó diciendo Gil Marín.
Por este mismo motivo, tiene claro que el entorno del Real Madrid es muy fuerte y también opina que los intereses siempre han estado y estarán de su parte. Incluso cree que las personas encargadas de tomar decisiones, nunca perjudicarán a los blancos.
«El Madrid es un club con un entorno muy fuerte, con muchos intereses a su alrededor. Crean tal presión que es normal que afecte a las personas que deben tomar decisiones. Son conscientes de lo que les espera si les perjudican con algún error o incluso con algún acierto. Es habitual la campaña contra quien consideran que les perjudica», ha añadido.
«El sistema es así y desde el Atleti no podemos cambiarlo solos. Debemos competir hasta donde podamos y seguir trabajando para tener un sector más fuerte y más justo con todos los clubes. Ese estadio y el color de esa camiseta no deberían pesar a la hora de tomar decisiones justas. Nuestros jugadores sufrieron ayer en el campo las consecuencias de toda esta presión y eso me indigna como a cualquier aficionado, sea del equipo que sea, que lo que espera es que haya una única vara de medir», ha acusado.
Gil Marín ha querido ser mucho más concreto al exponer la jugada que, según él, marcó el devenir de la eliminatoria. El Consejero Delegado del Atlético de Madrid opina que Soto Grado debió mostrar la segunda tarjeta amarilla a Dani Ceballos por una entrada sobre Lemar.
«La segunda amarilla de ayer era obvia, indudable, ajustada a reglamento. Pero con 0-1, en el minuto 71, jugándose el pase para semifinales de Copa en su propio estadio, dejar al Real Madrid con 10 jugadores son palabras mayores«, ha sugerido.
También ha aprovechado para denunciar la persecución que, según él, sufrieron algunos jugadores del Atleti. Y culpa precisamente al sistema de proteger a algunos y cargar contra otros: «Sinceramente, creo que a quien no se protegió anoche fue a Griezmann o a Morata, por ejemplo, que les frieron a patadas, pero así es el sistema».
Y, para cerrar su comincado, el Consejero Delegado rojiblanco reconoce que con sus palabras en absoluto buscar excusarse de la situación que actualmente vive el club: fuera de la Champions, de la Copa del Rey y a 13 puntos del actual líder de LaLiga.
«Yo casi nunca hablo, porque rápidamente te acusan de victimismo, pero quien de verdad conoce el ADN del Atlético de Madrid sabe que no nos gusta poner excusas. Para que nadie dude: los responsables de dónde está el equipo somos nosotros, de no haber pasado de la fase de grupos de la Champions y de estar a 7 puntos del tercer clasificado en LaLiga. Y de nosotros depende aprovechar los 20 partidos de Liga para cerrar la temporada lo más alto posible. Sin excusas, pero siendo conscientes de cómo funciona el sistema», ha apuntado para finalizar.
¿Gil Marín puede recibir una sanción de la RFEF?
De momento, la Real Federación Española de Fútbol no ha hecho ningún comentario sobre las acusaciones de Gil Marín. Sin embargo, según el artículo 106 del Código Disciplinario, podría ser sanciones por hacer «declaraciones a través de cualquier medio sobre los miembros del colectivo arbitral o miembros de los órganos de garantías normativas«.
La sanción dependerá de si hay denuncia o no. En dcualquier caso, debería ser el órgano disciplinario el responsable de abrir un procedimiento extraordinario para analizar si Gil Marín ha violado el reglamento. Según el artículo 106, la sanción iría desde los 601 hasta los 3.0005,06 euros.