En Los de Mazda 3 destaca sobre todo un agrado de conducción muy acentuado, un acabado sobrio y de calidad y un chasis muy enfocado hacia el dinamismo.
Mazda que es en gran parte propiedad de Ford, es uno de los pocos ejemplos de autonomía en cuanto a diseño y técnica, que existen en este tipo de asociaciones. Es mas el modelo que nos ocupa, el recién aparecido Mazda 3 de Ford no toma mas que el motor diesel de 1.6 litros, y en este caso para bien.
La carrocería de líneas muy fluidas es típica de las últimas generaciones de Mazda, no resultando difícil de diferenciar de los demás productos de su segmento.
El interior sigue conservando su sobriedad y buen diseño, además los materiales aunque de apariencia sencilla dan una buena impresión de ajuste y calidad. En el salpicadero destaca la posición de la pantalla del navegador que elimina los molestos reflejos. También es importante el buen trabajo hecho para insonorizar el habitáculo, al que solo llegan un ligero rumos procedente de la rodadura y del aire al incidir sobre los retrovisores.
Un apartado en el que el nuevo Mazda 3 conserva intactos los genes de la familia es en la suspensión, muy firme y deportiva que le dan una rapidez inusitada en los cambios de apoyo y un tacto más de berlina deportiva que de simple familiar. Este comportamiento, con ligeras variaciones es una de las señas de identidad e cualquier modelo Mazda. Ni que decir tiene que la suspensión es muy firme aunque solo en muy contadas situaciones puede resultar algo seca.
El propulsor diesel de origen Citroën/Peugeot/Ford, es quizás el más famoso y efectivo de su cilindrada y modelos tan dispares como un Mini, un Ford Focus, o un Citroën Berlingo lo montan con entera satisfacción, eso si cada uno lo regula según lo cree más adecuado a su producto, por lo que parecen motores distintos.
Mazda da la impresión de que ha optado por que el máximo rendimiento se obtenga a un régimen relativamente elevado o quizás el desarrollo de la primera velocidad sea algo largo. El caso es que hay que tener cierta práctica para arrancar, sobre todo si el aire acondicionado está conectado, pues es relativamente fácil calar el motor, cuando aun no se ha cogido el tacto. Por otra parte este comportamiento es muy habitual en los actuales turbodiésel, de cilindrada reducida.
En contrapartida una vez superadas las 1500 rpm el empuje es muy intenso incluso en 5ª velocidad, dando la impresión que tiene algunos caballos más de los 109 que anuncia, cosa que también es normal actualmente. Sin ir más lejos lo propulsores de dos litros de gasóleo del grupo Volkswagen o Citroën rinden entre diez y quince caballos más que los declarados en su ficha técnica.
Este tirón del motor a medio y alto régimen se relaciona de maravilla con la firme suspensión, formando un conjunto muy poco habitual en berlinas de su segmento.
La impresión que nos ha dejado el Mazda 3 Sportsedan, ha sido muy favorable, muy poco consumo y un tacto general muy bueno, tanto si nos referimos al apartado dinámico, como al acabado y confort general, que están a un excelente nivel.
Sobre todo si tenemos en cuenta un precio que no alcanza los 20.000 euros. Texto y Fotos E.URECH