Después de dos generaciones en las que el éxito del Vectra ha sido indiscutible. Opel vuelve a la carga con un modelo totalmente nuevo, más largo, más ancho y más sólido que su predecesor y además perfectamente armado, para presentar batalla a los modelos Premium de su segmento.
Según la opinión de varios fabricantes Europeos, hay un sector de consumidores cada vez mas importante, que se sienten decepcionados por haber adquirido una berlina del segmento Premium, pues han pagado un precio elevado y a cambio no obtienen casi nada de lo prometido, ni más comodidad, ni mas fiabilidad, ni más seguridad. Solamente algo más de exclusividad, aunque dado el incremento de ventas de los modelos de lujo, la exclusividad también se tambalea.
A este creciente grupo de potenciales clientes y por su puesto a muchos más va dirigido el nuevo Opel Insignia y también el Citroën C5 y el Ford Mondeo, sin olvidarnos de las futuras realizaciones de Japoneses y Coreanos, que sin duda darán la batalla final dentro de un par de años.
EXTERIOR
Seguramente, una buena parte del éxito del nuevo Insignia sea su carrocería. En este punto Opel ha acertado plenamente, dotando a su nuevo modelo de una silueta en la que se mezclan una serie de formas al estilo de las grandes berlinas alemanas. El resultado es una carrocería que emana calidad, y al mismo tiempo resulta tan musculosa y sólida a la vista, como la de sus hermanos germanos
La línea del nuevo Insignia, es todo un acierto de diseño, con una ajustada mezcla de clasicismo y sobriedad y unos toques de frescura. Al volante del Insignia es fácil encontrar una posición adecuada, contando con una notable visibilidad hacia la parte delantera, lo que no es muy habitual hoy día, al estar limitada por los gruesos pilares del parabrisas, obligatorios para conseguir una buena rigidez torsional y por ende una alta seguridad pasiva. Sin embargo hacia atrás, la visión que tiene el conductor del entorno es menor, por lo que en ciudad resultan prácticamente obligados los sensores de aparcamiento. El acabado y los materiales empleados están a un buen nivel como es habitual en todos los Opel.
El interior del nuevo Insignia, respira calidad por los cuatro costados, y esta calidad es fácilmente percibida por cualquier ocupante, los tonos del interior son agradables con ciertos toques de deportividad y refinamiento, que mitigan la incomodidad que se puede llegar a sentir tras largas horas en el habitáculo de un automóvil. Los asientos contribuyen enormemente a esta sensación, con un buen compromiso entre dureza y sujeción.
MECANICA
, recuperando de maravilla desde 1500 rpm, tardando menos de ocho segundos en pasar de 80 a 120 en 5ª velocidad, cifra considerablemente menor que la mayoría de sus competidores.
El consumo de esta versión en conducción mixta, autopista carretera y ciudad, nos ha dado una media de poco mas de 6.5 litros algo que lo sitúa muy bien frente a los coches de su tamaño y potencia.
Otra de las novedades del insignia es el «Opel eye», que mediante una cámara instalada en el parabrisas, lee las señales de limitación de velocidad y de prohibición de adelantar y las muestra en el tablero de instrumentos.
Pero de entre todas las opciones con las que se puede equipar al insignia, me ha parecido magnifico el sistema de iluminación adaptativa «afl plus», es una opción muy interesante para quien suela viajar mucho por la noche. Tiene nueve funciones, que modifican automáticamente el haz de luz de xenón, en dirección longitud y anchura, en función de las condiciones de circulación, pudiendo cambiar de largas a cortas automáticamente, en cuanto detecta una luz de frente
COMPORTAMIENTO
El comportamiento en carretera, es agradable y muy de acuerdo con la filosofía de su segmento, en el que prima el agrado de conducir y las prestaciones en igual medida. El tarado de los muelles no es excesivamente duro pero si firme, filtrando a la perfección las irregularidades del asfalto. Los posibles movimientos indeseados de la carrocería se ven rápidamente atajados por una amortiguación tirando a enérgica, que casi no afecta el confort pero no deja que se produzca ningún tipo de flotación, controlando también los rebotes de forma muy eficaz.
En carreteras rápidas y con buen firme, ofrece una buena sensación de control, las curvas amplias pueden ser abordadas sin el más mínimo reparo, con la seguridad de que el afinado bastidor no perderá la compostura.
Las carreteras viradas y de montaña, son un terreno en que el conductor del Insignia puede divertirse si lo desea, el comportamiento en virajes de radio medio o pequeño es bastante neutro, permitiendo en cierta medida cambiar la tendencia de subvirador a sobrevirador, según nos convenga, mediante el pedal del acelerador. Aunque todo el proceso siempre ocurrirá de una forma muy controlada, siendo constantemente vigilado por el control de estabilidad, reglado en este modelo de una forma que permite ciertas alegrías muy de acuerdo con su carácter de berlina deportiva.
Está a la venta desde 22.000 euros con un motor de 140 cv de gasolina. La versión diesel mas económica cuesta algo menos de 23.000 euros.