Habitualmente las versiones más sencillas de un modelo se comercializan antes que las más caras. En el caso del Lancer ha ocurrido lo contrario, lo ultimo en aparecer ha sido la motorización diesel, cuando el conocido Lancer Evo de 300 cv lleva una década de vida en España.
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Esta singularidad del Lancer, resulta una buena ayuda comercial para la nueva versión diesel, que de una forma o de otra, será inmediatamente asociado al archiconocido Evo, ganador de algunos campeonatos del mundo de Rallyes y en la actualidad, uno de los mas sólidos candidatos en cualquier carrera.
El Lancer viene a competir en un segmento muy reñido, como es el de los compactos, aunque por tamaño y motorización tambien se encuentra cerca del grupo siguiente. Mitsubishi lo coloca entre el segmento C y D, dado que su longitud es de 4.57 mts.
, en especial la parte delantera, con un morro muy afilado prácticamente igual al del Evo. La parte trasera de esta versión Sportback tampoco le falta personalidad ni mucho menos.
, en cualquiera de las versiones, contando en las plazas traseras con un espacio suficiente para que viajen dos adultos con comodidad, las delanteras cuentan con unos excelentes asientos y una correcta posición de conducir, no echándose en falta la ausencia de reglaje longitudinal del volante.
El equipamiento es suficiente, e incluso en las versión mas básica se ofrece como equipo de serie, siete air bag, ordenador de viaje, aire acondicionado y esp, estando reservados los faros de bixenon, los asientos de cuero y el navegador, para la versión superior, que tambien puede contar con un sistema de sonido Premiun con 650 W de potencia y nueve altavoces. Tiene tambien capacidad para visualizar fotos y películas, que pueden ser almacenadas en su disco duro de 30 Gb, que comparte con el navegador.
Para construir el Lancer, el fabricante ha recurrido a lo que el llama plataforma global, que tambien usa el Outlander y que Mitsubishi piensa rentabilizar al máximo, construyendo unos cuantos modelos sobre ella, dado que es una estructura muy flexible, capaz de adaptarse con facilidad a múltiples vehículos. En el Lancer en concreto ofrece una resistencia a la torsión un 50% mayor que en el modelo precedente, al usar acero de ultra alta resistencia en varias zonas.
Mitsubishi, al no poseer todavía ningún motor diesel de dos litros, hace tiempo que viene montando los del grupo Volkswagen para motorizar algunos de sus modelos. Tanto para el Outlander como para el Grandis y ahora para el nuevo Lancer, se recurre al polifacético 2.0 tdi en su modalidad de 140 cv, de excelentes resultados en toda la gama VW, Audi, Seat y Skoda , mas que probado a lo largo de muchos millones de kilómetros.
De entre todas sus cualidades, destaca en primer lugar el escaso consumo en relación a sus prestaciones y su buena entrega de potencia, dentro de un amplio margen de revoluciones. La parte mas negativa es una rumorosidad un poco elevada, aunque en este sentido Mitsubishi ha hecho un buen trabajo, consiguiendo que el sonido a diesel llegue muy amortiguado al habitáculo.
La aceleración que proporciona es buena en todo momento, aunque aun son mas contundentes las recuperaciones en marchas largas, no haciendo necesario reducir de velocidad, si nos encontramos por encima de 1400 rpm, al alcanzar las 2000 rpm el empuje se torna muy energico, conservándose así hasta cerca de su potencia máxima, donde como es lógico comienza a decaer aunque sin brusquedad. Esta potencia mezclada con la excelente elasticidad, permite tirar al propulsor de un desarrollo en 6ª de casi 52 kmh, quizás un poco excesivo para nuestra complicada orografía, pero que permite alcanzar un consumo realmente bajo.
Para la suspension se utiliza un esquema clásico en el segmento, con un tren delantero McPherson, compacto y ligero, que digiere con facilidad la potencia del propulsor, proporcionando además un buen guiado. En el tren trasero, nos encontramos con un conjunto de paralelogramos deformables, que aportan comodidad, un buen aplomo y ocupan poco espacio lo que repercute positivamente en el espacio del habitáculo.
, con una buena relación entre comodidad y eficiencia, eso que la unidad de pruebas estaba dotada de unas llantas de 18”, calzadas con unos neumáticos de perfil 45, no especialmente idóneos para el confor. Las irregularidades son absorbidas sin brusquedades y al mismo tiempo la carrocería ni asume importantes inclinaciones, ni pierde un ápice la trayectoria elegida. La dirección posé la asistencia justa, no resultando pesada en parado, ni sensible a velocidad elevada, confiriéndole un tacto ágil y firme, que resulta agradable y descansado según pasan los kilómetros.
. Texto y Fotos E.URECH