Con motivo de la celebración en Barcelona del Mobile World Congress, Ford ha presentado un coche autónomo de investigación que utilizará para desarrollar tecnologías avanzadas de conducción completamente autónoma.
El coche de investigación se basará en los más de 10 años de investigación de conducción autónoma de Ford para poner a prueba los sistemas de detección y las tecnologías de asistencia al conductor-
El coche autónomo emplea cuatro sensores infrarrojos de luz denominados LiDAR (Light Detection and Ranging) que escanean el entorno próximo para detectar objetos como vehículos, peatones, ciclistas e incluso animales pequeños. Los sensores generan un mapa 3D en tiempo real, rebotándola luz infrarroja en todo objeto en un radio de 70 metros y calculando la distancia entre el vehículo y esos objetos a un ritmo de 2,5 millones de mediciones por segundo.
Ford ha colaborado con la Universidad de Michigan y la compañía de seguros State Farm en el desarrollo del vehículo. Mediante esta colaboración vigente con Ford, la Universidad de Michigan trabaja en el desarrollo de sensores y “cerebros” del coche para ayudar al vehículo a entender su entorno físico y decidir rutas.
El mes pasado, Ford comenzó dos proyectos de investigación en Estados Unidos para aplicar un mayor nivel de intuitividad a la tecnología de conducción autónoma. Ford y el Instituto de Tecnología de Massachusetts utilizan algoritmos avanzados para ayudar al coche a predecir las posiciones futuras de vehículos en marcha y peatones. Ford y la Universidad de Stanford estudian cómo el vehículo podría maniobrar de manera autónoma para que los obstáculos pudieran detectar obstáculos alrededor.
En Europa, Ford también acaba de anunciar un nuevo proyecto de investigación con la Universidad RWTH Aachen, para estudiar el desarrollo de interfaces hombre-máquina en las tecnologías de conducción autónoma, que se comunican con claridad con los conductores y permiten a los conductores recuperar el control con facilidad y anular las funciones autónomas en cualquier momento. Una de las herramientas más importante de estos estudios será un simulador de conducción altamente sofisticado.
“En el futuro, la conducción autónoma podría ayudarnos a mejorar la seguridad del conductor y controlar inconvenientes como el tráfico y la congestión global, aunque aún hay muchas cuestiones que necesitan respuesta y estudio para hacer esto una realidad en el futuro”, ha dicho Paul Mascarenas, director jefe técnico y vicepresidente de Ford Investigación e Innovación.
Los sistemas de sensores, que en la actualidad ayudan a los vehículos de Ford a parcar por sí solos, entender las órdenes por voz de los conductores, detectar situaciones de conducción peligrosa y ayudar con la frenada de emergencia, son la base para una conducción autónoma total.
Ford trabaja para desarrollar funciones que avisen a los conductores sobre atascos y accidentes, que ayuden durante el aparcamiento y la conducción en situaciones de tráfico lento y para una navegación y aparcamiento totalmente autónomos. Con estas tecnologías y otras que un día permitirán a una persona ser transportada a su destino, el conductor necesitará estar atento y ser capaz de controlar el volante si fuera necesario.