La Comisión de la Fórmula 1 se reunió este martes para decidir sobre los futuros cambios revolucionarios que se van a realizar en esta disciplina automovilística. Algunos equipos presionaban para que hubiera variaciones a partir de 2016, pero finalmente han ganado los más conservadores y la medida se atrasará al menos hasta 2017.
Presumiblemente, Ferrari estaba del lado de los más propensos al cambio. De hecho, el dinero parece haber sido el principal argumento en contra de esta medida. Los italianos podrían afrontar un coste grande con tal de volver a reinar, pero la Fórmula 1 es cada vez más cara y la mayoría de los equipos apuesta por contener los costes para seguir manteniendo un equipo que de otra forma sería insostenible.
Sin embargo, también hay que buscar el atractivo para los espectadores y con los actuales monoplazas muchos son los que piensan que se pierde todo el espectáculo. Por eso, se hará coincidir la llegada de esas nuevas reglas con la recuperación de los motores de 1.000 CV.
Asimismo, antes de la reunión, el perfil de Twitter de la marca del ‘cavallino rampante’ sorprendió con la publicación de una imagen del ‘Ferrari’ del futuro. Era una forma de presionar para que la nueva normativa se encaminara a aumentar el tamaño del ancho del coche, el tamaño de los neumáticos o el depósito de combustible.
McLaren y Red Bull ya reunieron a sus grupos anteriormente para tratar estos conceptos, pero parece que los planteamientos de los dos equipos no fueron tan radicales como los de Ferrari. El nuevo coche rojo tendría un alerón delantero en dos escalones y otro grandísimo atrás de una forma más tradicional.
Con los pies en el suelo
De este modo, queda claro que Ferrari no ve los resultados de los primeros test con mucho optimismo. Se centra más en cambiar las normas actuales, como si no le favorecieran para nada. Mercedes, que dio más vueltas que nadie en Jerez, aunque no marcó el mejor tiempo; sigue siendo la mayor interesada en que el reglamento actual aguante muchos años.
El jefe del equipo, Maurizio Arrivabene, desconfía profundamente de la estrategia de las flechas plateadas. «Obviamente, el entrenamiento más importante será el último. Solo entonces los equipos se desenmascararán y mostrarán sus cartas para Melbourne. Esa es la única razón. Mercedes se escondió en Jerez y siempre hay que esperar sorpresas positivas de Honda«, aseguró para el blog del periodista Leo Turrini
Ferrari se ha puesto como objetivo ganar a largo plazo y prefiere ponerse la piel de corderito este año. El mensaje a sus seguidores es claro: si se gana este año, el triunfo se recibirá como un regalo. No quieren que ningún resultado sea interpretado como un fracaso. Sin embargo, el nuevo jefe elogia mucho más a su piloto estrella que a su nuevo bólido. «Yo estaba en el equipo en la era de Michael (Schumacher) y confieso que a veces cuando miro a Vettel parece un calco de Schumi. Hay algunas similitudes para los que han conocido a ambos. Esperemos que los resultados también sean los mismos».
Por último, Arrivabene reconoció que el Ferrari del año pasado no era ningún regalo. «Nadie puede vender humo. Tengo grandes sueños, pero también los pies en el suelo. Quiero decir a todos nuestros fans que crean en el esfuerzo que estamos haciendo, teniendo en cuenta en la situación en la que empezamos».