El nuevo Citroën C3 se presenta como algo más que un vehículo. Su apuesta por la conectividad y el confort vuelven a protagonizar el lavado de cara del modelo más vendido de la marca francesa. Con tan sólo un 'click' el conductor transforma el coche en un testigo presencial de su experiencia de conducción. Una cámara de alta definición situada justo detrás del retrovisor con un gran angular de 120º, 2 millones de píxeles, un GPS y una memoria interna de 16 GigaBytes, permite al conductor captar las imágenes más espectaculares durante su viaje y compartirlas en tiempo real con su círculo más cercano, a través de las redes sociales.
Lo tenían muy fácil. No cambiar nada y seguir con la misma línea continuista que ha convertido al Citroën C3 en el modelo más vendido de la marca francesa desde 2002 hubiera sido lo sencillo. Más de 3,5 millones unidades vendidas avalaban la decisión, pero Citroën ha vuelto reinventarse. El ‘best seller’ de la marca Citroën sorprende a propios y a extraños con un exterior renovado, un interior más espacioso y unas tecnologías pioneras en el mercado.
Conducir ya no lo es todo. Ahora, hay que contarlo. Y para ello Citroën lanza un ítem jamás visto en el sector y revoluciona así la experiencia de conducción. Una cámara colocada en el interior del vehículo permitirá guardar en la memoria imágenes de paisajes sorprendentes y majestuosas puestas de sol con tan sólo hacer un 'click'. Del mismo modo, presionando durante más tiempo sobre el disparador, el usuario podrá grabar una escena de hasta 20 segundos y compartirla en sus redes sociales. Las imágenes fijas y en movimiento serán descargas de una manera automática en La difusión es accesible directamente mediante la aplicación gratuita para smartphones ‘ConnectedCam Citroën’.
Pero el nuevo C3 no sólo promueve la conectividad. Según un estudio realizado por Citroën, un ciudadano gasta de medía 4 años y un mes de su vida en el coche. Por este motivo, la marca francesa ha intentado que el vehículo se convierta en un lugar donde el usuario se sienta igual de cómodo que en su hogar. Es decir, un habitáculo que sea la prolongación de su propia casa. Es acogedor, contemporáneo, intuitivo y confortable.
La primera impresión que se produce al subir al vehículo es la sensación de amplitud. Esto se ha conseguido gracias un diseño ancho y generoso de los asientos, un elemento clave del bienestar a bordo. El diseño de los delanteros asegura una visibilidad óptima y permite a las personas que viajan en las plazas traseras relacionarse con los de las plazas delanteras, porque Citroën no sólo busca la conectividad, sino también la interacción entre pasajeros.
La sensación de confort lo completa el diseño del salpicadero que adopta una ancha banda transversal que logra acentuar la percepción de anchura y aporta al habitáculo un carácter único. Además, el nuevo modelo realiza un guiño al universo de las maletas como lo demuestran las correas trabajadas en las puertas al estilo de los maleteros.
De sus exteriores destaca la aparición en escena de los ‘Airbumps’ que hasta ahora sólo estaban presentes en los modelos Cactus de la marca. Estas pequeñas cámaras de aire colocadas en el lateral del coche trasmiten la sensación de seguridad al conductor, otro de los pilares básicos de Citroën. El techo del vehículo está cuatro centímetros más bajo con relación a la generación precedente. El frontal ha sido diseñado con curvaturas y radios que favorecen el movimiento fluido del aire.
En España, la ciudad elegida por Citroën para la presentación de su nuevo C3 ha sido Barcelona por su carácter cosmopolita, muy afín a la marca. Su lanzamiento al mercado a nivel nacional se producirá a mediados de noviembre y se podrá adquirir desde 11.750 euros. Citroën espera superar los registros de su antecesor y aumentar un 30% el volumen de ventas en 2021.