El Campeonato de Pilotos de Fórmula 1 se decidirá en la última carrera en Abu Dabi. Rosberg llegará con una gran ventaja con respecto a su compañero de equipo, puesto que tiene 12 puntos más que Hamilton, lo que significa que le vale con estar en el podio para llevarse el triunfo final. Sin embargo, durante muchas vueltas dio la sensación de que el actual líder podía quedar este domingo por detrás de los dos Red Bull.
Verstappen dio un espectáculo sobresaliente, con una actuación que quedará para los libros de historia del automovilismo. De hecho, tras esto resulta evidente que este chico será campeón del mundo tarde o temprano, si tiene un buen coche, ya que su talento natural solo lo han tenido unos cuantos pilotos en las últimas décadas. Firmó adelantamientos de todos los colores para terminar en el podio, pero la mala estrategia elegida por su equipo le condenó a perder muchísimo tiempo con respecto a los Mercedes, algo que también sufrió Ricciardo, aunque el australiano no tuvo fuerza como para recuperar tanto.
Hamilton ganó con mucha autoridad, pero el Gran Premio de Brasil será recordado durante muchísimo tiempo por las banderas rojas en pista y por las muchísimas vueltas que se corrió tras el Safety Car. Dirección de carrera pecó de conservadora, pero lo cierto es que finalmente consiguieron que se dieran todas las vueltas programas, algo que parecía totalmente imposible durante algunos periodos. La carrera terminó más de tres horas después de su comienzo, pero mereció la pena. Todo fue raro, pero igualmente los pilotos lo hicieron precioso.
La carrera comenzó detrás del Safety Car debido a que cayó un buen aguacero antes de que se apagaran los semáforos. La pista estaba impracticable y por eso Grosjean, que partía desde la séptima posición después de una excelente clasificación, perdió el control de su monoplaza en la vuelta de formación y dijo adiós a todas sus opciones antes de empezar la carrera.
Tras las siete primeras vueltas, el coche de seguridad se retiró y Hamilton empezó a marcar los mejores tiempos, pero Verstappen se convertía en el verdadero protagonista al adelantar a Raikkonen nada más lanzarse la carrera con una maniobra magistral. Por su parte, Alonso también superó al Checo Pérez a las primeras de cambio.
Además, el asturiano fue de los primeros que se atrevió a poner neumáticos mixtos, justo antes de que Vettel perdiera el control de su coche al pisar una línea blanca, aunque no impactó contra nada en su trompo. Por el contrario, Ericsson no tuvo la misma suerte e impactó contra el muro justo a continuación y su coche quedó inutilizado en medio de la línea de boxes, aunque eso no evitó que Verstappen y Ricciardo aprovecharan para entrar a cambiar sus neumáticos con el Safety Car nuevamente en pista. El neerlandés lo hizo justo antes de que se cerrase el pitlane, mientras que el australiano esgrimió motivos de seguridad, puesto que tenía una rueda pinchada.
Tras la vuelta 19, los coches pudieron volver a tirar a fondo, aunque la carretera seguía realmente mojada. Raikkonen perdió el control justo después en plena recta y chocó contra el muro, con lo que los comisarios se vieron obligados a mostrar la bandera roja.
Red Bull quiso ser demasiado ambicioso
La carrera se detuvo durante muchos minutos y en ese tiempo los jueces de carrera decidieron sancionar a Ricciardo con cinco segundos de penalización porque el pretexto de su pinchazo no les sirvió. Pese a todo, la prueba se reanudó otra vez con el coche de seguridad, con Sainz en la sexta posición y Alonso en la undécima, aunque con varios coches menores por delante y con opciones de hacer cosas grandes.
Además, Hulkenberg tuvo un problema con sus neumáticos y tuvo que parar en boxes, con lo que los españoles ganaron una posición más. En cambio, ocho vueltas después de la reanudación y tras 29 giros totales, la carrera volvió a pararse con otra bandera roja que produjo varias quejas por parte de varios pilotos, entre ellos lógicamente Hamilton, al que perjudicaba seriamente que solo se sumaran solo el 50% de los puntos debido a que la carrera no pudiera terminar.
La suspensión de la carrera planeaba de forma muy peligrosa, pero dos horas después del inicio los directores de la carrera decidieron que todos los pilotos volvieran a salir por tercera vez detrás del coche de seguridad. No obstante, esta vez el coche de seguridad sí llegó a retirarse y Verstappen aprovechó el momento para adelantar a Rosberg por el exterior con otra maniobra fantástica. Además, varias vueltas después Verstappen rozó el muro en un trompo increíble que logró controlar en el último suspiro, sin ni siquiera ceder la segunda plaza.
La pista se secaba demasiado despacio, pero los Red Bull decidieron montar neumáticos mixtos para intentar ganar la carrera, con lo que Rosberg volvía a ocupar la segunda posición. En cualquier caso, el alemán se mostraba algo nervioso y estuvo muy cerca de quedarse sin opciones cuando por unos instantes perdió el control de su monoplaza, aunque finalmente logró controlar el latigazo.
Por momentos, daba la sensación de que la carrera podía acabar con normalidad, pero Massa tuvo otro accidente justo en la entrada del pit lane y el coche de seguridad tuvo que salir nuevamente a pista, aunque en esta ocasión la grúa entró a la pista sin que fuese necesario sacar una nueva bandera roja.
Mientras tanto, la lluvia volvió a intensificarse, mientras que Verstappen y Ricciardo tuvieron que volver a cambiar sus neumáticos, con lo que se despidieron de todas sus opciones. Con esto, sorprendentemente, Sainz se situó en la cuarta posición, cuando ya se habían superado el 75% de las vueltas, con lo que se repartirían el total de los puntos. En cambio, Alonso no tuvo la misma fortuna y sufrió un trompo que le llevó a situarse en la última plaza, aunque en ese último parcial de carrera logró arañar un punto.
Finalmente, Verstappen siguió con su recital en pista y logró una espectacular remontada en las última vuelta, hasta que consiguió sacar a Vettel de la pista, en un movimiento que endemonió nuevamente al alemán, y también pasó sin problemas a Sainz. Asimismo, Sergio Pérez tampoco pudo hacer nada para contener las brutales manos del neerlandés, que logró situarse nuevamente en posiciones de podio.
Felipe Poza