McLaren-Honda es consciente de que en 2017 no pelearán por el título, al contrario de lo que predecían hace sólo unos meses. Su discurso ganador se ha aplazado a 2018, con el objetivo de alimentar la esperanza de Fernando Alonso, para que este firme un nuevo contrato al inicio de esta temporada. La escudería británica teme que al piloto español se le acabe la paciencia, y abogue por entrar en esa guerra de volantes que se avecina en la parrilla al término de la temporada que aún está por arrancar.
Los test de Barcelona están cada vez más cerca, y en McLaren confían en haber dado con la tecla para cuajar un decente 2017. Sin embargo, más allá del rendimiento, su preocupación actual es retener a Fernando Alonso, por lo menos hasta que Vandoorne, debutante esta temporada, adquiere el nivel y la fama suficiente para erigirse en el primer piloto. El problema para la escudería británica es el importante cambio de pilotos que se espera al término de este curso, y que podría acabar con el español en otro equipo. Y es que, si las cosas no funcionan este curso, se le puede agotar la paciencia al asturiano.
Lo cierto es que McLaren se ha quedado sin argumentos para evitar su marcha, más allá de la importante suma de dinero que le otorga a su piloto, y que sería igual de seductora en la próxima oferta de renovación. El problema es que las promesas realizadas para el 2017 desde el inicio del proyecto, no van a cumplirse. El cambio de normativa ha concedido una oportunidad a los de Woking, pero por mucho que hayan ido “en la dirección correcta”, como le gusta decir a Fernando, lo cierto es que pelear por el Campeonato es prácticamente imposible.
No es un secreto a voces, Zak Brown, el nuevo director, no duda en reconocerlo en público: «Todos sabemos que 2015 y 2016 fueron años de aprendizaje, y tampoco estaremos al frente de la parrilla este año. Pero estamos trabajando increíblemente duro, juntos, como un equipo y se verá un progreso claro». Hasta el propio Alonso, en proceso de preparación física para una temporada que se presenta muy exigente debido a los nuevos monoplazas, mucho más agresivos, ha asegurado que está “al cien por cien convencido” de que alcanzarán la potencia esperada, pero no así con la aerodinámica. “Pondría un signo de interrogación en este aspecto”, ha señalado. Mucha confianza en Honda, pero la justa en McLaren.
El jefe de McLaren señaló hace unos días que “a simple vista, puede haber relativamente poco progreso durante 2017, pero el próximo año debe ser un punto de inflexión”. Unas palabras que inciden en la idea de que han pospuesto sus expectativas. El objetivo es ganar carreras en 2018, un discurso distinto, que resta esperanzas a Alonso de cara al año que viene, pero que le puede presentar incógnitas de cara a esa temporada. Ese es precisamente el objetivo de la escudería británica, pensar a lo grande en el futuro para que Alonso renueve a comienzos de este curso.
No es lo que esperaba el español, que cuando estampo su firma para vincularse a McLaren, soñaba con ganar en 2017. Las primeras carreras, y la distancia a la que McLaren se encuentre de los tres equipos punteros, serán decisivas a la hora de que el español tome una decisión. Lo que parece claro es que a sus 35 años, y tras haber embolsado una importante cantidad de dinero en los últimos cursos, su objetivo primordial antes de afrontar la retirada es sumar un nuevo título de Campeón del Mundo. Hace poco avisó de que quería hacerlo “en McLaren”, pero lo cierto es que el tiempo se acaba, y cualquier lugar es bueno.
Alberto Puente