En un principio la prueba estaba destinada para el 370Z Roadster pero al llegar al concesionario nos dieron una sorpresa que no pudimos rechazar. Nos comentaron que el descapotable no estaba disponible para la ocasión y que en su lugar nos habían preparado el 370Z NISMO. Ya podéis imaginar nuestro agradable asombro… De repente unas luces destellan y su afilado morro se asoma. Nuestra sonrisa lo dice todo, estamos delante del 370Z NISMO, un modelo que a priori se presenta espectacular.
Este Nissan 370Z NISMO es una especie en extinción por su motor atmosférico de gran cilindrada, cambio manual, biplaza, de propulsión y poca electrónica. ¿Su competencia? De tener tiene, aunque realmente juega en otra liga, tanto de precio como de comportamiento. Cualquier otro coupé biplaza con una buena dosis de potencia, como el Porsche 718 Cayman (58.000€ y 300cv), el Jaguar F-Type (74.000€ y 340cv), el Alfa Romeo 4C (66.000€ y 240cv) o incluso el Audi TTS (59.000€ y 310cv), cuestan mucho más que el modelo japonés y además son turbo. Sólo el Ford Mustang, de concepto diferente (2+2), puede competir con el Nissan en cuanto a nivel de potencia y precio, aunque es menos deportivo. Por su mismo precio o inferior podemos encontrar un Mazda MX-5 o el Toyota GT 86 y el Subaru BRZ, todos ellos entre los 28.000€ y los 32.000€, aunque con una filosofía parecida haciendo que el conductor sea el principal protagonista de la experiencia.
Un diseño que enamora.
El Nissan 370Z NISMO mide 4,41 metros de longitud y 1,87 metros de anchura, frente a los 4,25 metros y 1,85 metros respectivamente de las versiones normales. Este NISMO dista mucho del resto de la gama, y no solo en estética. El alerón de grandes dimensiones de la zaga y un kit especifico de paragolpes, laterales y difusor lo sitúan con un coeficiente aerodinámico de 0.32, un 0.02 más que la versión convencional.
Sin ir más lejos, podemos decir que es el hermano pequeño de Godzilla, el fantástico GT-R. Exteriormente tiene una línea que no deja indiferente a nadie, sus formas angulosas, sus faros y pilotos (con un estilo tipo boomerang), los detalles Z en las aletas, la forma del techo como la del GT-R o unas manetas de aluminio para abrir la puerta son algunos de los detalles a parte del kit específico NISMO. Las ruedas delanteras son de tamaño 245/40 R19 y las posteriores 285/35 R19, una buen zapato calzado por la marca de llantas Rays.
Creado por y para el conductor.
Abrimos la puerta para mirar el interior y los asientos Recaro de piel y alcántara rojos nos dan la bienvenida. El cuadro de mandos es básico y llama la atención la zona roja del cuentarrevoluciones con su corte en 9.000 RPM. El volante tiene un tacto muy agradable y, como curiosidad, la función de subir y bajarlo en altura hace que todo el cuadro de mandos se mueva para así nunca perder de vista lo más importante.
Además, el pomo de la palanca de cambios está forrado en cuero de tacto gomoso y, si levantamos la mirada, encontramos tres relojes adicionales en el salpicadero, que nos informan de la hora, la temperatura del aceite del motor y el voltaje de la batería. Si bien la mayoría de plásticos son blandos y agradables al tacto, hay zonas como el túnel central que son de plástico duro, detalles que podemos encontrar en otros coches de Nissan.
La pantalla táctil de 7” es un poco pequeña y sus controles están lejos de ser fácilmente manejables, por lo que su disposición y tecnología está por detrás de los oros modelos de la firma japonesa, pero al final no es un coche creado para eso. Una cosa buena que tiene es que lleva un disco duro de 9.3 GB para guardar tu música, mientras que el navegador tiene los mapas con los edificios en 3D. El sistema de audio de 8 altavoces lo firma Bose y suena realmente bien.
Además de todo lo mencionado, este 370Z NISMO incluye de serie climatizador automático, asistente de arranque en pendiente, sensores de luz y lluvia, faros bi-xenón, cámara de marcha atrás, llave inteligente y arranque sin llave, conectividad Bluetooth, etc.
Circuito sí o sí.
Sentados en los Recaro, nos damos cuenta que recogen a la perfección el cuerpo. Es un asiento ideal para este Nissan 370Z NISMO y te sientes como si estuvieras en un coche de competición. Arrancamos y el motor 3.7 litros V6 atmosférico cobra vida con una nota ronca pero sin caer en la exageración. Apretamos el embrague de tacto muy duro y ponemos primera mediante una caja de cambios de recorridos cortos y también duros. Después lo probaremos por carretera abierta, pero de primero queremos saber cómo se mueve el bicho por un trazado exigente como el Circuit de Barcelona-Catalunya.
Llegó la hora, semáforo en verde y la pista para nosotros. La primera vuelta la realizamos con el control de tracción conectado para ver las sensaciones que nos transmite. Nos situamos en la parrilla de salida y, ahora sí, desconectamos el control y ponemos el modo sport de la caja de cambios, a través del cual el 370Z NISMO efectúa el punta-tacón electrónicamente, sin necesidad de que el piloto lo realice con los pedales, y lo hace de forma impecable en todo momento.
Engranamos primera, jugamos con el embrague y salimos disparados quemando rueda, los 344 CV de potencia empujan muy bien y de forma lineal hasta la zona roja. Pisamos freno para la primera curva, tercera engranada para aprovechar el motor, la trasera se va un poco pero si somos dulces con el gas el 370Z NISMO se convierte en una tabla. El curvone Renault da paso a la curva Repsol, frenada fuerte y segunda marcha.
Llegamos a la subida de la moreneta, una curva entrelazada con la subida para notar la potencia, las ruedas deslizan ligeramente pero somos finos conduciendo y la zaga se coloca en su sitio. El motor empuja bien en medios, y en la zona alta suena muy bonito pero me atrevería a decir que le falta un poco de nervio acercándose a la zona roja. La zona del ‘estadi’ nos saluda, los frenos van bien aunque si fueran un poco más generosos quizá irían mejor. Este NISMO se comporta como un tren por su rail si eres de los conductores que se dedican a buscar tiempos y trazadas siendo dulce con el gas pero tiene ese punto en el cual puede pasar todo lo contrario, provocando que la zaga se descoloque y se abra un mundo de diversión para el que la sepa controlar.
Pasamos por recta y damos otra vuelta; es un coche noble que te hace disfrutar cada metro que pasas al volante. El agarre es increíble y el paso por curva es endiablado. Su chasis es rígido y las suspensiones no son radicales para su uso cotidiano y en circuito no balancea en exceso.
Entramos en el box con una cara de felicidad, su motor se muestra contundente, no desfallecen los 344 CV aunque nos faltaría algo más de ‘punch’ y algo más de sonido. Es un coche con la esencia típica japonesa en su ADN, fino y rápido pero radical si le buscas las cosquillas.
Un poco de carretera.
Visto como se mueva el Nissan 370Z NISMO en circuito, era interesante comprobar como lo hacía en el ámbito donde más tiempo va a pasar, que no es otro que una buena carretera abierta de montaña. Obviaremos cualquier referencia a su conducción por una trama urbana, ya os podéis imaginar que un deportivo tan duro como éste le va a costar moverse por esa jungla, y también vamos a obviar como le va por autovía o autopista, aunque hay que reconocer que en ese terreno los consumos pueden bajar hasta los 7 litros a los 100 kilómetros. Lo que vamos a hacer es prestar especial atención a su clara diversión por carretera.
Para ello nos dirigimos hacia una zona de volcanes del norte de Catalunya, un lugar frondoso donde las carreteras secundarias son espectaculares. Nos llevamos al 370Z para una de ellas y la primera pasada del tramo escogido la utilizamos como reconocimiento. En esa toma de contacto nos damos cuenta que quizá el coche es demasiado ancho para este tipo de carreteras, seguramente uno más pequeño podría moverse más ágilmente, pero cuidado, no todo es lo que parece.
Sí, es ancho, pero de ágil lo es buen rato, y eso que pesa algo más de 1.500 kilos. Empezamos a rodar de menos a más fuerte y queda claro que es un japonés de pura cepa (que no cepo). Qué más da si no tiene tanta fuerza en bajas, o que sus 371 Nm de par no sean lo suficiente, señores y señoras, vivimos en un mundo inundado de turbos y por uno que nos traen de la vieja escuela ¿lo vamos a criticar? Para nada. El motor empuja como todo atmosférico, muy lineal, aunque es de medias para arriba cuando saca todo su jugo.
La diversión que nos ofrece es infinita, eso sí, en carretera abierta recomendamos llevar el control de tracción activado, por el contrario la situación podría empeorar si las manos no son lo suficientemente hábiles. Su paso por curva en este terreno es sublime, puedes ir extremadamente rápido con gran confianza y la dirección te lleva por donde le pides, aunque bien es cierto que cuesta algo meter es morro que aguarda el V6. Los frenos son contundentes, no acusan fatiga, y paran al 370Z NISMO como si se tratase de un coche de juguete. La suspensión es dura pero no radical, justo en ese punto de equilibrio para lograr el máximo agarre.
Conclusión.
No lo vamos a negar, es un coche increíblemente divertido y eficaz, cierto es que no te da el empuje que puede ofrecer un motor turbo pero ¿para que lo necesitas si con un buen atmosférico puedes pasártelo infinitamente mejor? Esa misma cuestión es la que nos deja con un sabor algo agridulce ya que viendo la dirección del mercado actual queda claro que ya son pocos los locos que apuestan por modelos como el 370Z (en todas sus variantes), el Mazda MX-5 o los gemelos Toyota GT86 y Subaru BRZ.
Por poco más de 45.000 euros puedes llevarte a casa un coche diferente, único, agresivo, espartano, divertido y muy potente, una combinación que, si no os dais prisa, acabará desapareciendo del mercado. Eso sí, debes ser alguien que no solo le guste conducir, sino que también sepa lo que hace y como lo hace.
Adictos a la Gasolina