lunes, noviembre 25, 2024
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Los motivos que dejan a Lorenzo sin excusas tras su fiasco con Ducati

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Jorge Lorenzo acabó “muy enfadado” tras su “decepcionante undécimo puesto” en el Gran Premio de Qatar. El balear ha confirmado los malos presagios de la pretemporada y su escasa adaptación a una Ducati diseñada en torno a él. Mientras Viñales rinde de primeras con la Yamaha, el español no muestra un ápice de sintonía con su moto. La diferencia con Dovizioso (2º) fue alarmante y puso de manifiesto que prestaciones no le faltan al equipo italiano. Lorenzo se ha quedado sin excusas.

Ni ápice de adaptación

El pasado curso Lorenzo se quedó lejos de alcanzar las expectativas generadas tras su tercer título en MotoGP. Al contrario de lo acontecido años atrás, Rossi le superó con creces. Hasta Viñales, con una moto inferior, le ganó la pugna en varias pruebas. No obstante, su anunciado fichaje por la Ducati y el favoritismo de Márquez relegaron los resultados a un segundo plano. Su mente en un nuevo proyecto convirtió 2016 en un mero trámite, en el que al menos pudo acrecentar su palmarés de triunfos, después de subir a lo más alto del podio hasta en cuatro ocasiones.

El cambio de escudería no es el único que ha experimentado Lorenzo desde el pasado invierno. Marc Rovira, preparador físico que le había acompañado los últimos tres años, optó por ayudar a Pol Espargaró en su incursión en Moto GP. Iván López Alarcón, quién además ejerce de ciclista en pruebas de ultradistancia, es su nuevo aliado. Las circunstancias apuntaban a un tiempo de adaptación, pero el excelso rendimiento de otros pilotos en su misma situación le ha dejado en mal lugar.

Viñales, su sustituto en Yamaha, se sobrepuso en Qatar a cualquier impedimento y se hizo con el triunfo. Algo esperado tras vislumbrar como en pretemporada fue el más rápido. El español, con menos experiencia en la categoría reina, no ha notado el paso a una moto con mejores prestaciones. Los precedentes recientes de otros hombres en Ducati tampoco le sirven como excusa a Lorenzo. Casey Stoner, en su primera carrera con los italianos, alcanzó el triunfo y, posteriormente se convirtió en campeón del mundo.

Una comparativa odiosa

Es cierto que Lorenzo sumaba casi una década (nueve años) al frente de la Yamaha. Nunca se había subido a otra moto en la máxima categoría. La diferencia de Ducati con el equipo nipón es más que destacable: más potencia, pero también mayores dificultades en el paso por curva. Desde la escudería afirmaron que la Ducati estaría diseñada para Lorenzo para que no acusara grandes contrastes. Todo facilidades en un equipo que trata a Lorenzo con “respeto”, y no como “un empleado más” como en Yamaha, según afirmaciones recientes del balear.

Lorenzo no ha hallado la sintonía con la Ducati. No lo hizo en pretemporada, y lo ha refrendado en la primera cita del calendario. Su problema es que su compañero exhibió un ritmo que ni siquiera permitió a Márquez mantener la estela. Ese excelso rendimiento de Dovizioso contrasta con un Lorenzo que se pasó la gran parte de la carrera envuelto entre motos ‘no oficiales’. Salió bien, pero se pasó de frenada y cayó hasta la decimosexta plaza. En toda la carrera, y favorecido por varias caídas, sólo consiguió escalar hasta la octava plaza.

Le falta hasta confianza, como puede apreciarse en sus declaraciones a final del Gran Premio, en las que culpa a la humedad de la pista para exculparse de su bajo ritmo. No obstante, como es habitual en él, no faltó la autocrítica: «Estoy muy enfadado porque el resultado es muy decepcionante. No era el debut soñado, por supuesto, y no podemos estar contentos con el puesto 11º. A Lorenzo se le han acabado las excusas.

Alberto Puente

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