Mucho antes del comienzo del Campeonato del Mundo, el «Tour de Corse» comenzó a construir su estatus de legendario en los años 50. Por entonces, las carreteras de la isla proporcionaban una prueba inolvidable de la conducción de los vehículos y del talento de los pilotos. Aún hoy, el denominado «rally de las 10.000 curvas», sigue conociéndose todavía por sus estrechas y viradas especiales que discurren por carreteras irregulares y abrasivas. Muy duro para los frenos y los neumáticos, estos paisajes de montaña provocan también un cambio continuo en la climatología. Aunque el rally se celebre en otoño o en primavera, como ocurre este año, es muy raro que en algún momento no comience a llover.
La prueba francesa del mundial de rallyes se disputó el año pasado en octubre y este se ha colocado entre los de México y Argentina. Una reorganización que ha sido bienvenida ya que así se evita que haya seis pruebas consecutivas sobre tierra. Para este año los organizadores no han hecho muchos cambios en el recorrido, casi idéntico al de 2016. Tras una etapa por carreteras alrededor de Ajaccio, los participantes estarán en la región de Bastia el sábado y luego irán hasta Porto Vecchio el último día. El recorrido de esta sexagésima edición del rally constará sólo de diez especiales cronometradas.
Los desafíos: luchar por la victoria sobre asfalto
Desde que el Montecarlo ya no es un rally sólo de asfalto, el Tour de Corse verá por primera vez los Word Rally Cars de 2017 luchar en este tipo de superficie. Los actores principales, especialmente los ingenieros de los equipos, tendrán que comparar las actuaciones de los vehículos para así conformar el orden de salida de los tramos. Con tres constructores diferentes vencedores de los tres primeros rallyes, esta temporada parece estar muy abierta.
Por supuesto, el equipo Citroën Total Abu Dhabi WRT estaría encantado con una segunda victoria consecutiva. Con el fin de maximizar sus posibilidades, el equipo ha inscrito tres C3 WRC por primera vez. Kris Meek, Craig Breen y Stéphane Lefebvre podrán puntuar en el campeonato del mundo de constructores, teniendo en cuenta que solo los dos mejor clasificados podrán sumarlos.
Los objetivos son diferentes para los tres pilotos. Gracias a la victoria que consiguió en México, Kris Meeke buscará confirmar el potencial mostrado en el rally del año pasado. Después de que un pinchazo le dejara fuera de la lucha por la victoria, el piloto británico consiguió varios buenos tiempos en las especiales, lo que sugiere que este año estará luchando con los pilotos de cabeza. Quinto de la general el pasado mes de octubre, Craig Breen también echará mano de su experiencia e intentará conseguir un mejor resultado. La situación será diferente para Stéphane Lefebvre, que solo ha corrido aquí antes una vez en WRC. El joven piloto francés necesitará aprender mucho en estas carreteras antes de probarse con los pilotos de cabeza.
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Redacción