Tras años de espera, en Melbourne se vieron los monoplazas bendecidos por el nuevo cambio de reglamento. El objetivo, aumentar la velocidad y evadir el conservadurismo en los neumáticos y el consumo de gasolina, no ha surgido un efecto positivo en los aficionados, que en el Gran Premio de Australia vislumbraron menos adelantamientos de los habituales en 2016. Los pilotos, a priori contentos, empiezan a frustrarse ante la complejidad de adelantar. Esto podría desencadenar en nuevos cambio.
Más agresividad, menos adelantamientos
Durante la pasada temporada el debate se centró en el cambio de reglamento que se produciría en 2017. Diferentes pilotos y personalidades del paddock reconocieron que eran modificaciones necesarias para volver a hacer atractivo el gran circo. Una opinión refrendada por Fernando Alonso, que se atrevió a decir que en caso de no quedar satisfecho podría anunciar su adiós. Neumáticos y alerones más anchos, monoplazas más bajos… modificaciones con el único fin de aumentar de incrementar la velocidad sobre el asfalto.
Otro de los aspectos que han modificado es el número de juegos de neumáticos y el aumento de la permisividad con la gasolina, para conseguir acabar con el plan de conservadurismo que imperaba en los últimos años. Ahora el piloto, libre para ser agresivo, disfruta más en cada circuito. Sin embargo, estos cambios que se producen en la sensación de los protagonistas, no se plasman con lo que percibe el espectador, que apenas vislumbró adelantamientos en el Gran Premio de Australia que dio el pistoletazo de salida al Mundial.
Es una realidad que en los últimos días han comentado ha suscitado diferentes opiniones. El último en pronunciarse ha sido Ross Brawn. «Creemos que estos coches han ido en una dirección equivocada en cuanto a adelantamientos. Tenemos que estudiar hacer cambios otra vez», ha mencionado el director deportivo de la Fórmula 1. Razón no le falta, ya que diversos pilotos han expresado públicamente la complejidad que tienen ahora para adelantar.
Frustración en los pilotos
“Nico Hülkenberg y yo éramos mucho más rápidos que Fernando pero no podíamos acercarnos, así que fue duro”, expresó Estaban Ocon al término de la carrera en Melbourne. El aumento de velocidad en el paso por curva hace aún más imprescindible la aerodinámica. El coche de detrás sufre demasiadas vibraciones y de ahí que se vean obligados a dejar cierto margen para evitar sufrir en cada giro. La distancia que se abre es difícil de recortar en la recta principal, por lo que este hecho repercute directamente en los adelantamientos.
En cuanto a la estrategia, si bien ahora no tienen por qué reservar tantos neumáticos, se ven menos opciones que en los últimos cursos, donde algunas escuderías como Red Bull montaban en calificación un compuesto más duro para después en carrera prolongar su primer ‘pit stop’. En Australia los boxes marcaron el devenir de la carrera, pero sólo por cuestión de elección o de desgaste, no porque Ferrari u otro equipo abogara por hacer algo diferente.
Este reglamento, implantado para satisfacer los intereses de todas las partes, no ha agradado en exceso al gran público, y como ha mencionado Brawn podría haber cambios pronto. No sería de extrañar ya que si en China, con largas rectas, tampoco aumentan los adelantamientos, los pilotos cambiarían su alegría por la sensación de velocidad por la decepción que produce la frustración ante la incapacidad de abordar un monoplaza teóricamente inferior. Las voces autorizadas ya apuntan a error el cambio de reglamento.
Alberto Puente