Días después de su segundo abandono en las dos primeras citas del Mundial, Fernando Alonso sorprendió a sus seguidores con un mensaje en las redes sociales en las que auguraba “cosas buenas” de cara al futuro. El bajo rendimiento del MLC32, y el escaso espacio de tiempo hasta el Gran Premio de Bahrein descartaban una revolución de McLaren-Honda. De ahí que su frase, además de causar expectación, tuviera una gran repercusión.
Este miércoles, de golpe, la noticia ha saltado en un comunicado oficial de la escudería. McLaren correrá las 500 millas de Indianápolis treinta años después, y el español actuará como piloto. “Estoy muy emocionado, es una de las carreras más importantes del calendario del motor”, ha comentado Alonso, que se perderá el Gran Premio de Mónaco. No obstante, será una excepción a lo largo de este 2017: “Mónaco será el único Gran Premio que me pierda y volveré al cockpit del MCL32 para el GP de Canadá en Montreal, a principios de junio».
El asturiano portará el dorsal número 29 (el 14 estaba ya escogido por otro participante) y competirá con el equipo Andretti Autosport, liderado por Michael Andretti, una escudería que conquistó el triunfo el pasado curso, y que por lo tanto otorga opciones a Alonso. Zak Brown, líder de McLaren-Honda, está seguro de que pese a la inexperiencia del español en esta categoría, donde se alcanzan velocidades más alla de los 350 kilómetros por hora, no será un impedimento: “Espero que esté en la lucha. Digámoslo así: el equipo con el que pilotará venció el año pasado, usando el mismo motor Honda y es el mejor piloto del mundo”.
La idea de McLaren, un hundida en el gran circo tras su alianza con Honda, es que ambas marcar eleven de nuevo su prestigio. Las 500 millas de Indianápolis y la unión con un equipo tente como Andretti Autosport, parece el mejor escaparate para lograrlo.
Alonso, consciente de la compleja adaptación (pese a que ahora los monoplazas se asemejan más) que conlleva, es cauto, pero no esconde sus objetivos a largo plazo: “He ganado el GP de Mónaco dos veces y es una de mis ambiciones tener la triple corona, el GP de Mónaco, Indianápolis y las 24 horas de Le Mans”. Sus prioridades, por tanto, apuntan más allá del gran circo. Sin embargo, para la tranquilidad de algunos de sus fieles, ha matizado que tiene “sólo 35 años” y “mucho tiempo para eso”.
Alonso, que a final de la temporada pasada advirtió de que su continuidad en la Formula 1 dependería del cambio de normativa, parece estar satisfecho con el giro que ha tomado el gran circo. Se ha acabado el conservadurismo de los neumáticos y el combustible, y los coches han ganado varios segundos por vuelta alerones más anchos. La principal preocupación, la dificultad a la hora de abordar los adelantamientos, se deshizo en China. Por tanto, pese a otro inicio desalentador de curso, Alonso parece decidido a seguir en la Fórmula 1. Su destino, eso sí, es incierto. De momento, tiene unos meses para decidir si prolonga, o no, su aventura con los de Woking.
Alberto Puente