La tendencia de los tres últimos cursos ha variado. El guión del campeonato ya no es redactado únicamente por Mercedes. Ferrari, que ignoró la temporada pasada con la mira puesta en 2017, se ha erigido en una alternativa mucho más fiable que Red Bull en 2016. Los de Maranello han evolucionado la unidad de potencia y han equilibrado un monoplaza que ha demostrado ser competitivo tanto en calificación como en carrera. Sebastian Vettel, en lo alto de la tabla, lo refrenda. La escudería alemana ha corroborado en Mónaco cuál es una de las causas que les ha hecho retroceder: la presión de los neumáticos.
La lista de tiempos tras los dos primeros entrenamientos libres en El Principado ha sido recibida con asombro en el paddock. Los propios protagonistas han opinado a la conclusión de los mismos. “No sé que ha pasado con los Mercedes, es raro”, ha comentado Vettel, que ha firmado el mejor tiempo de la sesión. “Espero que la diferencia no ha sido real”, ha mencionado Bottas, a más de un segundo del alemán. Mientras, en Red Bull se ven en la pugna por la pole. En Mercedes son conscientes de que su posición en la parrilla no será la de pelear por los puntos, pero si pueden mostrar ciertas flaquezas con la decisión que ha tomado Pirelli de reducir las presiones de los mismos.
Tras las pruebas realizadas, el proveedor de neumáticos ha decidido bajar el mínimo de psi a 18,5, tras vislumbrar que la capacidad aerodinámica de los monoplazas es superior a la esperada. Mario Isola, jefe técnico de Pirelli, afirmó que esperaban una mayor carga en los neumáticos traseros pero finalmente no ha sido así. Esto afecta al rendimiento de los mismos, y sino que se lo digan a Mercedes, que ve peligrar su hegemonía con la variación de una regla que les ha favorecido en los últimos tres años.
Es más, la guerra de Pirelli y Mercedes viene de atrás. En 2016 Toto Wolff mostró su enfado en el Gran Premio de Spa tras la variación en la presión de las gomas. «Todo nuestro desarrollo y todas nuestras simulaciones están siendo perjudicadas por un neumático que es completamente diferente”, comentó el líder del equipo alemán. Sabedores de su problemática para lidiar con estos neumáticos, en Mercedes, según apuntó Auto Motor Sport, trató de hacer una artimaña de cara a esta temporada: cambiar sus datos aerodinámicos.
Pirelli dio fe de ello, después de atreverse ha afirmar públicamente que algunas escuderías habían “exagerado” sus registros. Durante los tres últimos años las presiones se han mantenido más altas y Mercedes se ha desenvuelto a la perfección, siempre con las carreras bajo control. De ahí su intento por mantener intacta la situación. Sin embargo, las presiones han disminuido respecto a los últimos años, y la hegemonía de los alemanes se ha puesto en duda. En Mónaco, de momento, pagan cara esta modificación en las gomas, aunque el segundo de diferencia no se asemeja a la realidad de lo que se verá sobre el asfalto el fin de semana.
Alberto Puente