La Fórmula 1, en su intento de renovarse, planea nuevos cambios de cara a la temporada 2019. El primordial, según ha comentado Sean Bratches, director de marketing, pasa por ampliar el calendario, una medida que a buen seguro no será bien recibida por los pilotos. Actualmente el 'gran circo' cuenta con veintiuna citas, que apenas proporcionan descanso a los protagonistas. El intervalo del verano podría verse suspendido, y los pilotos tan sólo podrían relajarse a final de año, antes de empezar a preparar de nuevo el siguiente Mundial.
«Nos gustaría ir a más de 21 careras y queremos ser un poco más proactivos e ir a la ofensiva en cuanto a los mercados donde vamos», ha señalado Bratches en una entrevista concedida al diario Autosport. Sus palabras han sido consensuadas por la cúpula de la Fórmula, o eso al menos refleja la claridad de las ideas. «»No queremos tener muchas carreras seguidas», ha afirmado. El alemán reconoce que supondría «un peaje físico, emocional y económico» para las distintas partes, pero tiene claro cuáles son los objetivos.
La idea principal es un nuevo calendario que no coincida con las citas deportivas de otros eventos, como sucederá el próximo año con el Gran Premio de Gran Bretaña y Wimbledon, con el objetivo de no ceder protagonismo comercial. Para favorecer los sucesivos traslados, proponen diferentes giras en los distintos continentes, una apuesta que el propio Bratches reconoce arriesgada, ya que por cuestión del clima se antoja complicado.
Más de 21 carreras, y sin ninguna consecutiva, se traduciría en un calendario mucho más amplio en el tiempo. Los pilotos deberían sacrificar la escasa tregua con la que cuentan en verano, y ver reducido su descanso únicamente a final de año, donde enseguida tienen que prepararse a punto físicamente antes de empezar con los test de pretemporada. El mismo Fernando Alonso llegó a asegurar que si el calendario se ampliaba a 25 pruebas se retiraría.
Alberto Puente