El Gran Premio de Azerbaiyán ha avivado la emoción de un apretado Mundial. Los problemas en el inicio de temporada de Mercedes con las gomas, e incluso la falta de fiabilidad en algunos aspectos, han permitido a Ferrari mantenerse a la par, o por delante, como dicta una clasificación liderada por Sebastian Vettel, que sostiene una brecha de catorce puntos con Lewis Hamilton. Las dos grandes figuras de la parrilla y de la última década de la Fórmula 1 vivieron su episodio más tenso el pasado el domingo.
Un frenazo del británico a la marcha del Safety Car, permitido por el reglamento, desquició al alemán, que vislumbró como se despedazaba parte de su alerón delantero. La respuesta del tetracampeón del mundo fue golpearle con el monoplaza. Una acción tan sólo sancionada con diez segundos, previo paso por el pit lane. Tras la carrera, donde Vettel, cuarto, superó a Hamilton, comenzaron las críticas. Para el piloto de Mercedes, la actitud de su rival es bien conocida de antaño. «Si nos acordamos, el año pasado, por algunas de las cosas que dijo por radio, sabemos cómo puede ser», ha mencionado.
“Le ha podido la presión”, ha añadido el británico, muy descontento con la acción del alemán y, sobre todo, con la respuesta de los comisarios, insuficiente para él según comentó en varias entrevistas a final de la carrera. Hamilton, que iba lanzado a por el triunfo, no pudo siquiera aprovechar esa sanción, ya que tuvo que parar para cambiar el reposacabezas. Lo hizo antes que Vettel, y el tráfico terminó por condenarle. Tras ocho carreras disputadas, la sensación es que Mercedes está un paso por delante, pero que Vettel ha sacado más tajada de cada trazado.
Aún restan doce citas en el calendario. El nivel de los monoplazas es bastante equitativo, sino en calificación, sí en carrera. En Azerbaiyán se pudo observar la dificultad que entrañó Hamilton para rebasar a Vettel. Hasta cedió terreno. Tras el varapalo del pasado curso, donde Rosberg le ganó la pugna, el británico sabe que no puede dejar pasar esta oportunidad. Quizás por ello alardea de la seguridad que tiene depositada tanto en Mercedes, cuya hegemonía aspirar a extender una temporada más, y en él mismo.
Después de unas declaraciones ‘amenazantes’ en las que ha instado a Vettel a verse las caras fuera de la pista, el británico ha recuperado el tono y ha señalado a ESPN que la charla tendrá lugar en la pista y que ganará “el Campeonato de manera correcta». Mientras en el Mundial reina la incertidumbre, él parece convencido de su triunfo en 2017.
Casi todo el paddock en contra de Vettel
A Vettel no le quedan demasiados aliados en el ‘gran circo’. Al menos en cuanto a la maniobra ejercida el pasado domingo. Ricciardo no comprende la acción del alemán y el mítico Lauda, adjunto a Mercedes, insta a su ‘compañero’ a pegar al alemán: “Hamilton golpeará algún día a Vettel, pero no con el coche sino con el puño”. El piloto de Ferrari ha encontrado su mayor defensa en Helmut Marko, líder de Red Bull, que considera “culpable” a Lewis y afirma que “debieron ser sancionados los dos”. La batalla continuará en Austria, dentro de diez días.
Alberto Puente