Probamos el Citroën C4 Picasso

Durante estos últimos años el interés por los monovolumen se ha visto afectado por el gran auge de los vehículos Suv. Aunque  nosotros consideramos a estos últimos una moda absurda tal y como comentó en su día nuestro compañero Gerard, en su articulo. 

A pesar de ello, Citroën sigue apostando por los monovolumen con interesantes unidades como la que hemos podido probar, equipada con un motor gasolina de 130 CV.

Exterior.

La unidad que pudimos probar era color moka, a mi parecer, un color que no está muy visto y que le da al coche un aspecto bastante elegante fuera de los ya clásicos negro y plata. Montaba también unas llantas de 17” bitono en negro y aluminio  con forma de hélices. En la parte frontal destaca el doble chevron que se prolonga hasta las ópticas Led, que hacen la función de luces de posición. Por debajo de este encontramos una primera entrada de aire un poco más pequeña a la que encontramos también en la parte inferior del vehículo. En esta última situamos a ambos extremos las luces antiniebla delanteras.

En los laterales lo destacado son las ventanillas, ya que se encuentran “enmarcadas” por un marco cromado.

Ya en la parte trasera nos encontramos un gran portón donde se encuentran integrados los faros traseros, salvo los antinieblas que están situados en la parte lateral del paragolpes trasero.

Interior.

Una vez sentados en el interior lo primero que llama la atención es  la enorme luna delantera, que además se ve ampliada gracias a que los parasoles son correderos y pueden quedar semi escondidos en el techo del habitáculo. Esta luna se encuentra acompañada por un gran techo panorámico que termina en las plazas traseras.

Los asientos delatan que el coche ha sido diseñado para devorar kilómetros comodamente, la ergonomía es de admirar ya que incluso cuentan  con función de masaje, son calefactables y por si esto fuera poco, el reposacabezas se puede ajustar en anchura. Pero por si todo lo anterior no fuese suficiente, en el asiento del acompañante se sitúa un reposa pies eléctrico regulable en altura.

En el centro del salpicadero se encuentra situada toda la instrumentación del C4 Picasso, la cual se visualiza en dos pantallas. En la pantalla inferior se maneja el climatizador, el navegador, el equipo de música, el bluetooth y los ajustes del vehículo. En la pantalla superior podemos ver todo tipo de información sobre el vehículo.

Otro de los detalles indispensables en un coche pensado para hacer kilómetros es el hueco interior y el C4 Picasso no se queda corto en este ámbito. Justo debajo de la pantalla inferior se encuentra un compartimento en el que se sitúan varios conectores para adaptarse a nuestras necesidades. Situada entre los dos asientos delanteros también está situada una guantera de gran capacidad la cual cuenta con dos posavasos.

Los asientos de las plazas traseras son independientes y se pueden ajustar como tal, dando aún más amplitud. La parte trasera al igual que la delantera, ha sido pensada para que los ocupantes puedan hacer multitud de kilómetros sin perder un ápice de comodidad.
En cada pilar se ha situado un aireador lo cual se agradece, sobretodo en un coche tan amplio, ya que solo los delanteros resultarían insuficientes. También está equipado con un par de bandejas en las que se puede poner sin problemas un portátil o Tablet, en ellas encontramos una luz led, muy útil a la hora de leer si contamos con poca luz. Para completar la parte trasera, Citroën ha dotado este modelo de unas “guanteras” a los pies de los asientos traseros con gran capacidad, ideales para que los peques guarden todos sus juguetes.

Como siempre en este tipo de vehículos el maletero es uno de sus puntos fuertes, sobre todo en este modelo. Teniendo en cuenta que sus asientos traseros son regulables de manera independiente, nos ofrece una carga de 537 litros que se ve ampliada hasta los 1709 litros con los asientos abatidos. Por si no fuese suficiente, cuenta con una gran boca de carga y el portón esta motorizado, en este apartado no hay queja posible.

Motor y comportamiento.

La unidad que hemos probado viene equipada con el motor 1.2 PureTech de 130Cv gasolina. Si, gasolina, que no se alarme nadie porque a pesar de los 2000 kilos que pesa el coche, se mueve perfectamente con este motor y sin un consumo descabellado. Este motor viene acompañado de una caja de cambios automática de 6 velocidades, con la que se consigue una gran suavidad a la hora de conducir y dentro del habitáculo es inapreciable que se trata de un motor tricilíndrico. Pero no por tener este motor se queda corto y aunque no cuente con una programación deportiva en el cambio de marchas, es lo bastante ágil como para poder realizar adelantamientos sin ningún tipo de problema. Prácticamente encontramos todo el par entre las 1500 y las 3500 revoluciones. Aunque el consumo medio que homologa es de 5.1 litros, el medio real que hemos obtenido ronda los 8, teniendo en cuenta que son casi 2000 kilos para  mover, no está nada mal.

En cuanto al comportamiento, pasa como en el interior del C4 Picasso, ha sido pensado para hacer muchos kilómetros. La suspensión ha sido creada a conciencia para filtrar notablemente las irregularidades del pavimento, pero en caso de frenada de emergencia es donde notaremos que quizás son demasiado blandos. Cuenta con una dirección muy suave, perfecta para ciudad, sobre todo a la hora de aparcar.

Conclusión.

Nos ha sorprendido satisfactoriamente, pensábamos que nos íbamos a encontrar con un coche al que le costara moverse y completamente aburrido. Pero nada más lejos de la realidad. Es ideal para familias, como demuestra su gran capacidad de carga y múltiples guanteras a lo largo y ancho del coche. Aunque también es perfecto para esos padres que se no quieren resignar a tener un buen coche en post del espacio. Ya que este modelo puede satisfacer a todos por la cantidad de tecnología que acompaña, la elegancia y el cuidado del más mínimo detalle.

Ficha técnica.

Adictos a la Gasolina