La alianza McLaren-Honda está cerca de quebrarse tres años después del inicio del proyecto. La prometedora unión, que auguraba éxitos inmediatos, ni siquiera ha conseguido resultados con el transcurso del tiempo. Tras dos años de mutuo respeto, los británicos estallaron al inicio de la presente temporada tras comprobar cómo la unidad de potencia lastraba el buen rendimiento que ellos habían conseguido con el chasis. Ni fiabilidad han hallado los nipones, como bien reflejan los numerosos abandonos de Fernando Alonso y Vandoorne.
La fuga de patrocinadores en McLaren ha sido evidente, y desde Woking son reacios a seguir exponiendo su marca al ridículo de cada domingo. Su paciencia ha tocado fin y exigen resultados inmediatos, que pasan por cambiar de fabricante. Con la negativa de Mercedes y Ferrari la única alternativa es Renault, que parece haber dado el ok a la operación. Honda, que hasta el momento contribuía a casi la mitad del presupuesto de la escudería, acepta desvincularse con una compensación económica y con un acuerdo con Toro Rosso.
El movimiento parece ser del agrado de Fernando Alonso, que aunque aún no se ha pronunciado sobre su futuro, lo cierto es que todo apunta a que permanecerá con McLaren un año más, después de no tener a disposición ningún volante suculento. El asturiano se ha mostrado satisfecho y se ha atrevido a afirmar que saben “lo que puede hacer el motor Renault”. Desde luego, fuera experimentos, McLaren dejaría la cola de la parrilla para adentrarse en la zona noble.
Su estela la sigue Gené, que apunta que podrían ganar carreras. Ricciardo lo ha demostrado esta temporada, pero lo cierto es que sus resultados dependerán en todo momento de lo que hagan en Ferrari y Mercedes. Y es que las palabras del asturiano carecen de argumento tras lo vislumbrado sobre el asfalto en este 2017. Red Bull ha sufrido este curso varios abandonos por culpa de la unidad de potencia. Sin ir más lejos, la mala suerte se ha cebado con Verstappen, que llegó a poner en duda su futuro en la escudería después del paso atrás respecto a 2016.
En Monza sí experimentaron un paso adelante, como reconoció el propio Helmut Marko. “Hemos reducido la brecha con Mercedes”. Sin embargo, no se debió al motor. “Teníamos cosas nuevas en aerodinámica y en mecánica. El coche era rápido en la recta, tenía un buen equilibrio en las curvas y una buena tracción”, mencionó el asesor de Red Bull. Lo cierto es que a estas alturas existe una brecha entre Mercedes y Ferrari y los austriacos, que reside fundamentalmente en la fiabilidad.
Si de aquí al mes de marzo Red Bull consigue dar con la tecla para evitar los abandonos que se han producido este año, McLaren tendrá la posibilidad de exhibir ese chasis del que tanto presumen. De momento, se antoja complicado que esta nueva alianza se traduzca en éxitos. Si estos no llegan, Alonso se habrá contradicho con el guión que siempre ha mantenido. El español ha asegurado que se marchó de Ferrari cansado de podios sin Mundial, y ahora está cerca de emprender una nueva aventura donde no podrá llegar más allá.
Alberto Puente