A falta de tres Grandes Premios para concluir la temporada, McLaren ya ha centrado sus miras en el próximo curso. La falta de fiabilidad del motor Honda ha propiciado que obtener puntos se haya convertido en toda una hazaña, más cuando las sanciones obligan a sus pilotos a partir desde las últimas plazas de la parrilla cada domingo. El mes exacto que resta de curso será un ‘banco de pruebas’ tanto para McLaren, como para Honda, que quiere evolucionar su unidad de potencia para que Toro Rosso no se lleve un buen susto en 2018.
McLaren, de momento, presentó un novedoso alerón delantero en Estados Unidos que funcionó realmente bien. Fernando Alonso consiguió, por momentos, equipararse a los dos Force India y competir también con el Renault de Carlos Sainz. El principal quebradero de cabeza de los de Woking ahora mismo es el fabricante francés con el que contarán como proveedor de motor la próxima temporada. Renault supone un paso adelante en potencia, pero este curso, en nivel de fiabilidad, no ha resultado muy superior a Honda. Que se lo digan a Verstappen, que llegó a plantearse su futuro por las continuas averías.
A nivel de chasis McLaren siempre se ha mostrado muy confiada. Los progresos han sido evidentes desde 2015 y el problema, o no, es que en 2018 saldrá a la luz el verdadero potencial del monoplaza. Tanto Alonso como los británicos se habían mostrado esperanzados desde un acuerdo que resultó clave para la renovación del español. Sin embargo, el director de la escudería no quiere ponerse el listón de salir campeones, ya que supondría una evolución algo difícil de imaginar, cuando ahora se encuentran a más de dos segundos de McLaren.
“Los equipos de arriba son muy rápidos. Esperamos estar en los lugares del podio”, ha mencionado Brown. “Si nos fijamos el podio como objetivo imprescindible y luego quedamos cuartos, estaríamos decepcionados. Pero en realidad sería nuestro mejor resultado en años. ¿Estamos listos para el Mundial el próximo año? Ahí pondríamos muy rápido y demasiado alto el listón”, ha apuntado el CEO de los británicos. Un mensaje que rebaja en cierto modo las expectativas que cada año siembra McLaren.
McLaren espera dar ese paso al frente que no consiguió en 2017, donde en principio el cambio de normativa y la eliminación de los tokens les facilitaba progresar sin límite alguno. Este 2018 estará marcado por el tiempo por vuelta que puedan ganar con el cambio de unidad de potencia, pero desde la escudería no consideran viable recortar dos segundos a Mercedes, que en esta segunda mitad de temporada ha acrecentado una hegemonía que Ferrari puso en entredicho en los primeros meses de la campaña.
El problema para McLaren es si Alonso estará dispuesto a aguantar. El español ha renovado recientemente su contrato, ya que las alternativas no mejoraban lo pactado. Uno de los logros del asturiano recayó en conseguir la opción de prolongar tan sólo un año su vínculo, con opción a uno más. Los británicos, de momento, piden paciencia al asturiano. Fernando, mientras, medita a conciencia su futuro. Si vislumbra un paso al frente podría aguantar un curso más, aunque aún espera la llamada de Mercedes, que podría quedarse sin Hamilton el próximo año.
Alberto Puente