Este 2018 será trascendental para Jorge Lorenzo. Tras un año desastroso en el que no ha logrado adaptarse a su nueva escudería, necesita pelear por el título para conservar su sitio en Ducati. La marca italiana vislumbró como la pasada temporada Andrea Dovizioso retrataba a su compañero, a pesar de percibir menos de un tercio del salario del español. Para colmo, Stoner ha atacado a Lorenzo y le ha puesto en el punto de mira. Toda la presión está sobre el mallorquín.
Un cambio complicado
Algo cambió cuando Jorge Lorenzo levantó su tercer título en la categoría reina. Tras aquel polémico desenlace con Márquez y Rossi como jueces, el mallorquín sintió que su periplo en Yamaha había tocado a su fin. Y así lo corroboró meses después, cuando se hizo oficial su marcha a Ducati. El español se aventuraba a una nueva etapa, con el objetivo de brillar donde sólo un hombre, Casey Stoner, había logrado hacerlo. En aquel 2016 Jorge se dejó llevar, y pese a concluir tercero el Mundial, siquiera anduvo cerca de pelearlo. Eso sí, despidió su etapa con los japoneses con un triunfo en Valencia.
Quizás en ese momento no imaginara las dificultades que entrañaría un cambio tan drástico. En Ducati le esperaban con los brazos abiertos tras una inversión estratosférica que dejaba al español como el piloto mejor pagado de toda la parrilla, a razón de 15 millones de euros anuales. El equipo hizo todo lo posible por armar una moto que le fuera fácil de asimilar al recién llegado, e incluso trataron de restarle presión. El objetivo no era conquistar el título, sino tratar de pelearlo. La máquina de los italianos resultó estar a la altura, pero Lorenzo no.
El balear sólo ha podido ser séptimo, por detrás de hombres como Zarco que no han contado con una moto oficial. Lorenzo ha subido al podio en tres ocasiones, dos veces al tercer escalón, y una al segundo. Un rendimiento pobre, cuando se establece una comparación con su compañero de equipo, Andrea Dovizioso. El italiano, que la temporada anterior convenció a Ducati frente a Iannone, ha logrado seis triunfos, algo histórico para la marca italiana, y ha peleado hasta el último suspiro por arrebatarle el título a Márquez. Y eso que Dovizioso no percibió
La alargada sombra de Stoner
Uno de los mayores problemas para Lorenzo en este último curso ha sido lidiar con la presencia del australiano, piloto de pruebas, que abandonó precozmente la competición pero que se encuentra en un estado óptimo. Hasta la fecha Stoner se ha erigido como el único piloto de la historia en hacer campeón a Ducati. Y la presión de tenerle al lado ha sido un contratiempo para el español, sobre todo a raíz de las últimas declaraciones de uno de los hombres más respetados por la marca italiana. “Esperaba algo más de él, no le voy a mentir”, ha afirmado recientemente en una entrevista concedida a Motorsport.
“No es fácil cambiar de repente y coger confianza a la primera. Doy por hecho que este año peleará más regularmente por subir al podio e incluso por victorias. Pero sí, esperaba más de él y sobre todo, antes”, ha recalcado al mismo medio. Estas palabras hacen más mella en la cabeza de Lorenzo, que ha perdido el tiempo que tenía para empezar a rendir. La próxima temporada, sin excepciones, deberá rendir para justificar su salario. Y en su contra juega Dovizioso, que por méritos propios se ha ganado un ‘estatus’ similar al del español.
Lorenzo se juega su presencia en Ducati, y parte de su futuro en Moto GP. Su elevado salario puede llevar a los italianos a hacer un cambio de tornas y dejar a Dovizioso como primer espada. Y el horizonte está Zarco, que ya se dejar querer por las grandes escuderías. En Honda Márquez y Pedrosa son fijos y en Yamaha confían en que Rossi amplíe su legado y Viñales empiece a pelar por grandes cotas. Lorenzo no tiene margen de error.
Alberto Puente